Entre los océanos Pacífico y Atlántico se abre paso Colombia, un país salvaje, rico en tesoros naturales y patrimoniales, donde al visitante se le permite camuflarse entre los locales para adentrarse en lo más profundo de su diversidad cultural. Sin embargo, es precisamente en el extremo oriente del país, haciendo frontera con Venezuela, y en un área hasta donde hace poco no llegaba el turismo, donde se ubica un departamento virgen, selvático y asilvestrado, que está comenzando a cobrar una relevancia especial dentro del ecoturismo y la ornitología: la Guainía, con su capital Puerto Inírida.