En la lista del Patrimonio Mundial se incluyen 218 sitios reconocidos por su valor natural, lo que supone el 0.8% de la superficie terrestre. La necesidad de conservarlos implica proteger su biodiversidad de la que dependen, también, los seres humanos, y una forma de hacerlo es valorándola, como hacen entidades como la UNESCO.
Sin embargo, existen zonas con valores biodiversos excepcionales que no se encuentran en la lista de Patrimonio Mundial; es decir, hay desequilibrios entre esta lista y la distribución de la biodiversidad del planeta. Ante esta realidad, el año 1997 el investigador Russel Mittermeier desarrolló el término de países megadiversos y determinó que las 17 naciones de mayor diversidad del mundo ocupan menos del 10% de la superficie del planeta, pero albergan el 70% de las especies reconocidas.
Los 17 países megadiversos
- Australia
- Perú
- China
- Brasil
- Estados Unidos
- Madagascar
- Colombia
- Filipinas
- Ecuador
- India
- Indonesia
- Malasia
- México
- Papúa Nueva Guinea
- República Democrática del Congo
- Sudáfrica
- Venezuela
Se puede observar como, por extensión, países como Estados Unidos, Brasil o Australia cuentan con un mayor número de Patrimonios de la Humanidad. Sin embargo, destinos tan biodiversos como Venezuela, Madagascar o Papúa Nueva Guinea, no se ven suficientemente representados.
Los países más biodiversos del mundo
¿Qué hay que tener para ser un país megadiverso?
El criterio principal es el endemismo, y los países deben tener al menos 5.000 especies de plantas endémicas y ecosistemas marinos dentro de sus fronteras.
En resumen, los 17 países megadiversos se valoran globalmente según el número y el nivel de especies endémicas presentes y, aunque en la naturaleza no existan fronteras, esta clasificación puede servir para concienciar y proteger la biodiversidad, concretamente en los países donde es más abundante y, en muchas ocasiones, frágil. Estén reconocidos por la UNESCO o no, estos países atesoran una excepcional biodiversidad que merece ser conservada.
A parte de los 17 países establecidos como megadiversos por la UNEP-WCMC, el año 2002, 12 países se reunieron en México para elaborar la Declaración de Cancún, en la que desarrollaron el Grupo de Países Mega-Diversos Similares, con la intención de promover intereses relacionados con la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica, y una participación justa y equitativa en los beneficios derivados del uso de recursos genéticos. A este grupo se han unido otros países a lo largo de los años, como Malasia, Filipinas, Guatemala e Irán.