
Ámsterdam es un destino perfecto en cualquier época del año. Siempre acogedora y atractiva, ofrece de todo su encanto en su justa medida. Encantadores museos cuya visita no desborda, un centro asequible por el que pasear sin prisas y acogedores establecimientos en los que probar su rica y variada gastronomía. ¡Qué gran escapada!
Conocida como la “ciudad de los canales”, Ámsterdam es mucho más que agua, drogas legalizadas y escaparates de su famosísimo Barrio Rojo. Con una historia que se remonta al siglo XII, cuando fue fundada como pueblo de pescadores, su “Siglo de Oro” lo vivió durante el siglo XVII cuando se convirtió en uno de los principales puertos de Europa. Desde aquí salían y llegaban barcos repletos de valiosas mercancías hacia África, América, Asia y el mar Báltico y en sus calles vivían grandes personalidades como Rembrandt, su más fiel embajador. Quizá, de esta época quede en los genes de sus habitantes el carácter abierto y acogedor que siempre les ha caracterizado.
Escapada a Ámsterdam
Una escapada a Ámsterdam pasa, sin embargo, por algunos lugares imprescindibles en los que deleitarse. Ejemplo de ello son los museos como el Rijksmuseum o el Van Gogh, así como la fábrica de Heineken, toda una institución. Pero si el visitante se quiere sentir como un habitante, ha de alquilar una bicicleta y pasear con ella por sus canales o visitar el mercado de las flores, donde el tulipán es el rey.
Ya sea larga o corta la escapada planeada a Ámsterdam si visitas todos estos lugares que ahora te proponemos regresarás a casa con la sensación de haberla vivido intensamente. Aunque te aseguramos que querrás regresar. Y es que la capital de los Países Bajos y sus habitantes provoca esa sensación en el viajero: nunca se tiene suficiente y siempre se quiere más. Por suerte, está al alcance de la mano.