Londres bipolar

Islington después de la 'supergentrificación'

Es chic y 'posh' pero también un ‘barrio barrio’ ¡Y a sólo un paso del centro de Londres!

Cuando el término ‘supergentrificación’, que se había acuñado para definir el fenómeno de Brooklyn Heights (Nueva York), se trasladó a Londres en los años 90 fue para aplicarlo a Islington. Porque a diferencia de los exclusivos Chelsea y Kensington, donde solo vive la élite de los superricos, Islington se puso de moda pero siguió siendo un barrio residencial de vecinos mayoritariamente trabajadores. Y eso no ha cambiado. Vale que algunos tienen sueldos tan altos como para permitirse una casa de 4 millones de euros como la de Keira Knightley, pero de vecino tienen al que solo puede conformarse con compartirla, como el personaje de Hugh Grant en Cuatro bodas y un funeral. No, vivir a todo trapo en este refugio de magos -apunte para los fans de Harry Potter- no está al alcance de todos los bolsillos pero sí escapar del abarrotado centro turístico de Londres y disfrutar de sus hileras de casas georgianas, sus paseos, sus restaurantes, sus tiendas, sus pubs, sus teatros, sus cafés, sus… ¡Es que la lista no acaba nunca!.

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iStock-521303370. ¿Quién quiere una ‘High Street’ pudiendo tener dos?

Foto: iStock

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¿Quién quiere una ‘High Street’ pudiendo tener dos?

El punto de encuentro es Islington Green, una pequeña plaza a un paso de la siempre transitada estación de metro de Angel donde se puede encontrar de todo: desde Afghan Kitchen, un restaurante afgano tan popular que no es fácil conseguir mesa, a un cine clásico de los que siguen anunciado los títulos de las películas con letras negras sobre fondo blanco, Everyman Screen on the Green; pasando por una sucursal de Waterstone, la cadena de librerías con más encanto de Londres. Si uno se coloca frente a su entrada, a la izquierda queda Upper Street y a la derecha, Essex Road, dos calles principales completamente distintas.

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Foto: After Noah

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La calle del diseño

Upper Street es la opción ‘chic’, la de los restaurantes de cocina saludable de chefs reputados como Ottolenghi y tiendas de decoración en las que pasarse horas curioseando como After Noah. Aquí está también otro clásico del barrio conocido en todo Londres, el Almeida Theater. Y escondido entre una de sus zonas verdes, el Little Angel Theatre, un teatro de marionetas con tanto encanto que deja con la boca abierta a cualquiera, sea cual sea su edad. Pero si la visita a Islington es corta y sólo hay tiempo para asistir a un espectáculo, que sea cualquiera de los que organizan en Union Chapel, una auténtica iglesia que a ratos se convierte en impresionante escenario de conciertos o proyecciones de cine.

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Foto: Fabio Venni (vía FlickR)

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La opción más alternativa

En Essex Road solían vivir los trabajadores de las fábricas cercanas cuando aún estaban en pie. Ahora es refugio de locales menos ‘puestos’ que los de su hermana Upper Street pero que de sobra justifican el paseo por ella… y alguna paradita. Lo que una vez fue un pub victoriano es hoy Akari, un restaurante japonés de ambiente familiar con buen sushi y ramen y muy cerca se encuentra Flashback Records, una tienda de vinilos de las que hacen que uno pierda la noción del tiempo. Pero la estrella es Get Stuffed, el local más surrealista de la zona: un negocio familiar de taxidermistas que lleva aquí mas de 40 años y en el que es posible ver disecado cualquier animal imaginable. Cualquiera. De verdad. Eso sí, avisan de que ninguno murió con ese propósito. Nota para los curiosos: con el fin de evitar que el local se llene de mirones que no están interesados en comprar, para entrar es necesario pedir cita con antelación; aunque la sorpresa está garantizada con solo asomarse a su escaparate.

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Foto: Gareth Williams (vía FlickR)

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Un auténtico 'market' callejero

No es Portobello ni Spitafilelds pero ni falta que le hace. El mercado callejero de Islington también está lleno de encanto. Camden Passage comparte la misma filosofía pero sigue siendo un secreto guardado entre los vecinos, así que como no suele haber turistas -¡bien!- tampoco hay espacio para ‘souvernirs’. El paseo entre sus puestos de antigüedades, sus joyerías, sus tiendas vintage y sus locales de delicatessen es además el camino perfecto para perderse por las calles del barrio hasta desembocar en Regent’s Canal o enfilar hacia Exmouth Market, otro de esos rincones que no hay que perderse, especialmente durante el ‘early evening’. A esa hora sus originales tiendas aún siguen abiertas pero ya se puede cenar en alguna de sus terrazas bajo una hilera de bombillas encendidas. ¡O incluso bailar folk en su iglesia!

Good morning Keira

Foto: Cordon Press

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Good morning Keira

Islington está repleto de las famosas placas que recuerdan por todo Londres lugares donde vivieron personajes ilustres. En Canonbury Square, por ejemplo, hay una que señala que allí sigue en pie la que fue residencia del novelista George Orwell entre 1944 y 1947. Los vecinos presumen además de que en el barrio pasaron temporadas Chaplin, Dickens, Hitchcock, Peter Sellers, Kate Winslet, Emma Watson o Heath Ledger mientras rodaba ‘El caballero oscuro’. También tuvieron su casa políticos como Boris Johnson y Tony Blair, que la vendió cuando se llevó sus trastos al 10 de Downing Street. El que sigue aquí es Jeremy Corbyn. Y ojo porque si hay suerte, así como el que no quiere la cosa uno puede incluso toparse con Keira Knightley haciendo la compra. La actriz vive en la zona de Alwyne y al parecer lleva una vida de lo más sencilla.

Islington. El pub de los famosos antes de ser famosos

Foto: Hope and Anchor

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El pub de los famosos antes de ser famosos

No es sólo que sea el pub más popular del barrio, es que la fama del Hope and Anchor ha traspasado fronteras. Solo hay que ver la de fanáticos de la música que se acercan hasta él día sí y día también. El mérito es de quien lo regentó durante los años 70; tenía tan buen oído que prácticamente todos los grandes grupos de entonces pasaron por allí; aunque cuando aún eran unos desconocidos. Solo así se explica que la entrada para ver a Joy Division costara 60 peniques, por mucho que fuera 1978. O que un año después apenas nueve personas pagaran para ver a ‘U2’ -anunciados por error en los carteles como ‘The U2’s’- en uno de sus primeros conciertos en la capital británica. La lista sigue: The Clash, The Cure, The Jam, The Police, The Ramones, Dire Straits o Madness, cuyo videoclip de la mítica ‘One Step Beyond’ se rodó en el sótano. Décadas más tarde, el 13 de julio de 1998, fue aquí donde los chicos de Keane se subieron por primera vez a un escenario.

iStock-458471449. Una cárcel y un estadio

Foto: iStock

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Una cárcel y un estadio

Los días de partido Islington se pinta de rojo porque ésta es la casa del Arsenal, uno de los mayores clubes de fútbol del mundo pero al que aquí todos siguen viendo como el equipo del barrio. A su estadio, el Emirates Stadium, se llega a través de las pequeñas calles residenciales de la zona de Highbury, lo que hace que se presente aún más imponente cuando por fin se le ve asomar. Para celebrar la victoria, Zia Lucia, la pizzeria a la que llegan italianos -que algo de esto saben- desde todos los rincones de Londres. A sólo unos pasos de allí se encuentra el edificio que albergó la antigua Holloway Prison, la cárcel en la que estuvo recluido Oscar Wilde en 1895 acusado de actos de ‘indecencia grave con hombres’. Aunque cerró sus puertas en 2016, sigue en pie en Pankhurst Road, renombrada en memoria de otra de sus internas, Emmeline Pankhurst, interpretada por Meryl Streep en la película Sufragistas en la que, por cierto, utilizaron la prisión como escenario. Porque sí, otra cosa de la que puede presumir Islington -y con razón- es de ser un barrio muy cinematográfico.

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Foto: D.R.

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El barrio de las mis películas

Aviso para magos: el cuartel general de la Orden del Fénix está en Islington. Pero que nadie lo busque por el 12 de Grimmauld Place como aparece en las novelas porque esa dirección es ficticia; el edificio que se ve en la quinta película de Harry Potter es en realidad la hilera de viviendas entre el 23 y el 29 de Claremont Square. Quienes prefieran las comedias románticas también tienen dónde hacerse la foto de rigor: la casa frente a la que Hugh Grant y Andie MacDowell se besan al final de Cuatro bodas y un funeral es el 22 de Highbury Terrace. Muy cerca de allí, en Highbury New Park, está la vivienda donde mantienen sus tórridos encuentros Joseph Fiennes y Heather Graham en Killing me softly. Y atención fans de V de Vendetta: Farringdon Station es la estación frente a la que vemos desorientada a la joven V y en Alwyne Road está la casa donde la acoge el personaje interpretado por Stephen Fry.