Si Portugal es el país del mundo que más corcho produce, seguido de España, no es de extrañar que haya desarrollado toda una industria alrededor de este material, capaz de trascender el mundo del souvenir y los tapones de corcho con los que embotellan sus vinhos verdes. Y en eso la región del Alentejo tiene mucho que decir y que hacer. Tanto, que han sido capaces de forrar hasta un hotel, utilizando sus ventajas aislantes y las virtudes del diseño más ecológico.