ISLA DE SAL, LA PUERTA DE ENTRADA PERFECTA A CABO VERDE
Conformado por 10 islas grandes islas y 5 menores de origen volcánico, todas habitadas excepto Santa Lucía, Cabo Verde fue colonia portuguesa desde su descubrimiento en 1456, deshabitada y convertida en ciudad de esclavos africanos, hasta su independencia en 1975. En las últimas décadas, el país se ha reconvertido en un destino asequible gracias a las infraestructuras hoteleras y turísticas que han ido acercando el país al viajero occidental. De ahí que se haya convertido en un destino fetiche para compañías como Soltour, quienes organizan viajes directos desde España para acercar este destino.
Uno de sus imprescindibles es la isla de Sal, que con algo más de 40.000 habitantes y siendo la tercera isla que más población alberga (pese a ser la tercera más pequeña), se ha convertido en un destino que combina el exotismo africano con todas las bondades del clima caribeño.

© Soltour
santa maría, una ciudad con caracter
La pesca y el turismo son los motores de Santa María, la ciudad más conocida de la isla. Los numerosos restaurantes y pubs que pueblan sus calles principales, además de su antiguo puerto al que llega gran parte del pescado a diario y desde el que niños y adultos juegan a zambullirse en sus turquesas aguas, son algunos de sus atractivos.
Desde allí se despliegan a derecha e izquierda sus kilométricas y anchas playas donde locales y turistas disfrutan de sus ratos de sol y playa. En la parte de atrás, pasado su pequeño paseo marítimo, con acceso directo y en primera línea de playa se encuentran los inmensos y lujosos complejos hoteleros, como el hotel Hilton, perfecto para alojarse en un viaje por la isla.

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pedra de lume: el antiguo volcán transformado en piscina natural
Las salinas de Pedra de Lume son una de las siete maravillas naturales del archipiélago de Cabo Verde y se encuentran en la Lista Indicativa del Patrimonio de la Humanidad del año 2016. Ubicadas el pueblo de Pedra de Lume, que significa Piedra de Fuego, en el interior de un antiguo cráter de un volcán, estas salinas datan del año 1833. Antaño la extracción de sal fue uno de los motores de la isla, cuyo desafío se centraba en transportarla desde lo alto del cráter hasta el puerto, a kilómetro y medio de la cima del volcán. Aunque comenzó a transportarse con mulas, a principios del siglo XX se construyeron unas torres de madera que facilitaban su extracción y que todavía a día de hoy están en los alrededores de esta.
La peculiaridad de estas salinas, además de la grandeza de ver los colores rosados y blancos que se forman sobre su cobertura, es bañarse en sus aguas. La cantidad de sal presente en el agua -27 veces mayor que el agua de mar-, permite a los bañistas flotar sobre ellas, además de darse baños de barro con los que hidratar y suavizar la piel.

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Aguas turquesas y chapuzones volcánicos EN EL NOROESTE DE ISLA DE SAL
Al noroeste de Espargos, la capital de Sal y un pueblo plagado de graffitis perfecto para dar un paseo y conocerlo en primera persona, se encuentra Buracona, una zona de piscinas naturales de origen volcánico donde se ubica la gruta del Olho Azul o Ojo Azul. Este espacio rocoso natural de aguas turquesas es parada obligada cuando el sol refleja en vertical y aparece un ojo azul intenso en lo profundo de una cueva.

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Nadar entre tiburones EN CABO VERDE
Muy cerca de Buracona está la parada que más turistas atrae por aquello de la adrenalina que despierta: Shark Bay, traducido al castellano Bahía Tiburón. Este lugar, plagado de tiburones limón bebés, es una de las principales atracciones de la isla. Alquilando unos escarpines allí mismo, cualquiera se puede adentrar a esta playa rocosa y de poca profundidad para ver de cerca a estos pequeños y curiosos peces que no están solos, pues a lo lejos vislumbra a la perfección las aletas de los tiburones adultos que nadan relajados esperando a que vuelvan sus crías.

Tortugas bobas recién nacidas © iStock
Ver tortugas de cerca
La excursión que más turismo mueve dentro de la isla es la de ver cada noche cómo las tortugas Caretta Caretta -también conocida como tortuga Boba- desovan en las playas de Sal. Gran parte de las playas de esta isla son el lugar donde nacieron estas tortugas y al que las vuelven, una vez son adultas, a dejar sus huevos enterrados en la arena. Esta actividad, a la que es necesario asistir de forma guiada, se complementa con una visita a uno de los cinco viveros de incubación de huevos que tiene la ONG Pojeto Biodiversidade. Fundada y dirigida por el biólogo español Albert Taxonera este proyecto, cuyo objetivo es conservar la biodiversidad de la isla -tortugas marinas, tiburones, aves, plantas endémicas, dunas…- y promocionar el turismo sostenible, tiene su sede en Sal, aunque trabajan en todas las islas de Cabo Verde.
“Cabo Verde es a nivel mundial el primer lugar de desove de la tortuga Boba. En su comienzo, cuando Sal fue poblada, su explotación estaba enfocada a la sal y a la carne de tortuga, con la que se alimentaban, igual que las aves marinas. Las tortugas marinas han salvado a este país en muchas hambrunas y épocas de crisis porque al no tener agricultura y ganado, eran lo único que podían comer. Sin embargo, a día de hoy, esta carne no se consume y cada vez hay más personas que viven gracias a estos animales a los que se ha protegido y puesto en valor”, explica Taxonera quién ha creado cinco viveros alrededor de toda la isla que acogen, tan solo, el 10% de estos nidos especialmente amenazados por la polución luminosa de los hoteles localizados a pie de playa.

Desierto de Sal © Lucía Díaz Madurga
Entre LAS dunas DEL DESIERTO DE SAL
Otra de las formas de conocer diferentes puntos de la isla y, además, aumentar la adrenalina, es realizando una excursión en buggy. Montarse en uno de estos vehículos permite al visitante conocer Sal desde otra perspectiva. Para ello hay que vestirse con un mono, casco, pañuelo y gafas -todo incluido en la experiencia-, y llevar el carné de conducir, pues se recorrerá buena parte del desierto de Sal, de sus dunas y playas, y esta será la única forma de protegerse frente al polvo y la arena. Se irá por carretera, caminos, se subirán dunas y montañas volcánicas hasta llegar a un hermoso mirador desde el que se puede ver de cerca otra de las actividades, la tirolina -ubicada en Ponta da Fragata-, para terminar en una de las playas más bellas de la isla, Ponta Preta.

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Sobrevolando el mar
A pesar de que Sal es una de las islas más áridas de todas, ofrece una gran variedad de deportes de aventura tanto en mar como en tierra. Además de los buggies, una de las actividades más bonitas es el Zipline, una tirolina con 1000 metros de largo que sobrevuela el paisaje desértico y volcánico de Sal y parte de la costa de Ponta da Fragata que, con sus aguas turquesas y desde lo alto, se convierte en una experiencia increíble.

© Soltour
Mar adentro
Que el deportista Mitu Monteiro haya sido Campeón del Mundo en múltiples ocasiones de kitesurf ha hecho de isla de Sal uno de los lugares más atractivos del archipiélago para realizar deportes acuáticos. Surf, buceo, windsurf, motos de agua, snorkel o kitesurf son algunos de los deportes que se pueden realizar en las playas de isla de Sal.
GUÍA DE VIAJE
Cabo Verde, más cerca que nunca de España
Este destino, especialmente conocido por portugueses, está cada vez abierto a más público español, motivo por el cuál Soltour ha creado varios paquetes de viajes adaptados a todos los públicos, desde familias o parejas hasta los que buscan un destino enfocado al wellness en el que desconectar y dejarse mimar.
Cómo llegar
Más allá del vuelo directo que ofrece Soltour existen varias aerolíneas que programan vuelos con escala desde nueve ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, Santiago de Compostela, A Coruña, Alicante y Bilbao).
Idioma
En la isla de Sal y en todo el país se habla portugués, por lo que la comunicación con los locales es relativamente sencilla.
Moneda
Escudo caboverdiano, cuyo cambio, grosso modo, es 1€ = 110 escudos.