Los cinco geoparques portugueses integrados en la Red Mundial de la UNESCO aguardan formaciones rocosas y paisajes marinos capaces de retroceder millones de años y de trascender con la historia de sus suelos. Sus ríos, volcanes, cuevas y grutas, entre otras manifestaciones, permiten conocer el origen de los cinco que, a pesar de tener características diversas, comparten un elemento común: la preocupación por la conservación y la protección de los valores naturales y culturales, así como la promoción del desarrollo sostenible con la participación de las comunidades locales.