Bahamas postindustrial

De cantera de arena a reserva marina

MSC Cruceros presenta Ocean Cay, una isla creada para demostrar que la sostenibilidad es, también, sexy.

Ni siquiera tenía nombre pero ahí estaba: una mancha de rocas y arenas que, pese a su entorno tropical, era una aberración natural. Hasta que la naviera MSC Cruceros se topó en su camino para reinventar la forma de disfrutar del archipiélago de Bimini. Esta es la historia de Ocean Cay MSC Marine Reserve o, lo que es lo mismo, la iniciativa que ha transformado un antigua cantera de arena en una isla tropical que, más allá de tener palmeras, playas y hasta un faro, es un ambicioso proyecto de preservación medioambiental. 

 

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Ocean Cay. Reserva Marina

Render promocional de la isla. Foto: MSC Cruceros

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En busca de una experiencia única y responsable

Fue la necesidad de preservar el entorno lo que impulsó a MSC Cruceros a desarrollar este proyecto. Según la directora general del proyecto, Michelle McGregor, "MSC Cruceros quiso crear una experiencia única para los huéspedes que a la vez enriqueciera nuestros itinerarios por el Caribe y los hiciera únicos". Para materializar esta idea, se hicieron con una isla entera a la que pudieron dar la forma deseada para que los clientes disfrutaran al máximo del entorno en el que se encuentran, tanto del océano como de la playa. Una de las razones por las que escogieron esta isla fue por los más de 165 kilómetros cuadrados de agua protegida que la rodean, donde se encuentran arrecifes de coral y un ecosistema marino que necesitaba ayuda. "Nuestro presidente tuvo la visión de convertir la isla en un destino con un fuerte compromiso con la restauración de la reserva", concluye Michelle. 

 

Bahamas. Así empezó todo

Foto: iStock

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Así empezó todo

La búsqueda de una experiencia única llevó a la compañía a dar con una zona industrial que, con los años, se ha acabado transformando en una reserva marina. En pocas palabras esta es la historia de Ocean Cay, el nuevo fichaje de las islas Bimini que, a poco más de 100 kilómetros de Miami, ha nacido en pleno siglo XXI con la intención de revolucionar el concepto de exclusividad. Pero hay que remontarse al siglo pasado para entender su historia: en las coordenadas dónde a día de hoy se encuentra esta reserva marina había solo agua, hasta que en 1970 se empezó a llenar de rocas y maquinaria para convertirse en una cantera para la extracción de arena. 

Ocean Cay MSC Marine Reserve. Del desastre a la esperanza

Foto: Meritxell Batlle Cardona

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Del desastre a la esperanza

Esto conllevó unas consecuencias ecológicas devastadoras para el fondo marino. Con el tiempo, este proyecto de dragado se abandonó, pero la maquinaria y las rocas permanecieron, hasta que en 2014 la compañía de cruceros con sede en suiza empezó sus trabajos de conservación. La labor fue titánica, ya que tuvieron que retirar hasta 1510 toneladas de chatarra y residuos industriales, trasladar más de 500.000 toneladas de arena y tierra para dar forma a la isla y plantar más de 75.000 arbustos y plantas autóctonas junto con 60 especies de árboles, flores y arbustos naturales del Caribe para crear un fértil entorno tropical. Asimismo, empezaron a levantar construcciones ecológicas, entre las que se encuentran bares, restaurantes para los turistas y alojamientos para los empleados que viven la isla. Así, a parte de una reserva marina, Ocean Cay también es un destino excepcional para los cruceristas que deciden recorrer las Bahamas y el Caribe a bordo de uno de los buques de MSC Cruceros.

Ocean Cay y MSC. Un día redondo

Foto: MSC - Ocean Cay

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¿Qué la hace tan exclusiva?

“La naturaleza lo hizo bello, nosotros lo hemos hecho único”. Así define la compañía de cruceros a uno de los mayores proyectos privados de renovación medioambiental jamás concebidos. Para McGregor, la isla es única gracias a sus 360º de agua cristalina, "que permite a los huéspedes conectar con el entorno natural y sentirse en el paraíso". Es un innovador y ambicioso proyecto con el que MSC Cruceros democratiza la exclusividad en la oferta vacacional. Desde su inauguración a finales del año pasado, en Ocean Cay atracan cuatro cruceros con una capacidad máxima de unas 4000 personas cada semana, a quiénes les esperan 8 playas de arena blanca y aguas turquesas. Un paraíso para quién la visita, que también engloba los 165 kilómetros cuadrados de agua protegida a su alrededor. 


 

MSC. Experiencia

Foto: MSC - Ocean Cay

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Una atmósfera con ecología inteligente

Pero, ¿cómo se consigue casar la sostenibilidad con tal número de visitantes semanales? Michelle McGregor lo tiene claro: "Mediante el trabajo de la Fundación MSC y nuestras comunicaciones tanto a bordo como en la isla con nuestros huéspedes, tratamos de comunicar el espíritu de esta". Pero sabe que la clave está en el vivero de corales que en la actualidad todavía se está construyendo en el este de la isla y en el centro biológico, donde los visitantes tendrán la oportunidad de aprender sobre la importancia de los ecosistemas coralinos y marinos". Es aquí donde reside la joya de la corona de este innovador proyecto. Para McGregor, "el papel de la isla en el ecosistema marino es crucial".

Restauración / Protección del coral

Foto: iStock

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Iniciativas científicas para concienciar

Proteger el coral es uno de los principales objetivos de Ocean Cay MSC Marine Reserve. Durante los trabajos de desarrollo, un equipo de biólogos marinos y buzos removió 400 colonias de coral del lecho marino para reubicarlas en un espacio idóneo para su crecimiento y desarrollo. Asimismo, identificaron a 88 especies distintas de peces, langostas, tortugas marinas y rayas. La Fundación MSC se ha asociado con la Universidad de Miami y la Universidad Nova Southeastern para que los estudiantes graduados y los profesores de las universidades participen en actividades coordinadas de investigación de restauración marina y de investigación aplicada en las aguas que rodean Ocean Cay, dando lugar a la iniciativa 'Super Coral'. 

Fondo marino. 1

Foto: MSC - Ocean Cay

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Entretenimiento educativo

Estos esfuerzos dan a los pasajeros la oportunidad de aprender acerca de la protección de los océanos y la importancia de preservar los arrecifes de coral a través de programas de entretenimiento educativo. Y lo pueden hacer practicando submarinismo en las actividades de esnórquel o de buceo que se hacen en la reserva marina y en algunos de los tanques y maquinaria que permanecen en el lecho del océano, ya que no se retiraron a causa de la gran biodiversidad que poseen. Quién lo desee, también puede realizar excursiones de exploración en kayak, paddle surf o incluso observar las estrellas. Con toda esta oferta, la directora general Michelle McGregor considera que “los pasajeros que conocen la isla luego se sienten empoderados para cuidar mejor el planeta y el medio ambiente”.

Spa. Lujo sostenible

Foto: MSC - Ocean Cay

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Lujo sostenible

Y, también desde el lujo, uno puede cuidar el entorno. Ocean Cay cuenta con cabañas en una de sus playas en las que uno puede relajarse con un masaje bahameño. Los productos de belleza utilizados en los tratamientos de MSC Aurea Spa son biodegradables y ecológicos, una práctica que también adoptan para las prestaciones gastronómicas. La isla cuenta con un área de buffet y varios food trucks en los que no se sirve ningún plástico de un solo uso y cuenta con agua potable y filtrada en la misma isla. Asimismo, Ocean Cay está equipada con una granja solar, solo hay iluminación LED y la electricidad se gestiona mediante una red inteligente.

 

Ocean Cay faro. Un día redondo

Foto: MSC - Ocean Cay

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Un día redondo

Cuando cae el día, las playas se cierran y el resto de la isla, equipada con tiendas y bares, cogen el testigo de la diversión. El punto de mira se coloca en el faro, que ofrece una de las mejores postales del destino. Durante todo el día, la torre permanece abierta para aquellos que decidan subir y obtener una vista panorámica de Ocean Cay. Justo al lado, se encuentra uno de los bares más animados de la isla, donde tomar una copa en el atardecer es el plan perfecto. Y, ya por la noche, la isla se transforma y acoge un Junkanoo bahameño antes de dar paso al festival de luces del faro a las 21.00. Y después, cada uno a su camarote, ya que la única opción de alojamiento de Ocean Cay es regresar a un barco donde no falta de nada.