Rías Altas gallegas: el impetuoso litoral de Galicia

Recorrido hasta Ribadeo por las playas y pueblos de las Rías Altas

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Foto: Prisma

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Las Rías Altas gallegas

Las Rías Altas es la parte de la zona costera de Galicia que desde el cabo de Finisterre se extiende desde la parte norte y noroeste de la provincia de La Coruña, abarcando toda la costa de la provincia de Lugo, hasta limitar con Asturias en el este.

Foto: Turismo Galicia

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Playa de las Catedrales, Ribadeo (Lugo)

Hay que decirlo claro, más que una playa, se trata una obra de arte. Sin duda alguna este arenal es una de las playas más bellas de España y de Europa. Esta maravilla natural ubicada en la Mariña de Lugo sorprende por los arcos, cúpulas y agujas de piedra que el mar, el viento y el paso del tiempo han ido esculpiendo. Es conocida como "la catedral del mar", y la experiencia de pasear por sus pasillos de arena blanca es un imprescindible si viajas a Galicia. Para visitarla solo tienes que tener en cuenta cuándo es la marea baja.

Foto: Turismo Galicia

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Playa de Carnota, Santa Comba (A Coruña)

Se trata de una extensa playa abierta de 7 kilómetros de longitud (está considerada como la más larga de Galicia). Forma una media luna de fina arena interrumpida solo por el canal que une las marismas con el océano. Su entorno, que incluye un campo de dunas, y su conservación natural la convierten en una de las favoritas en todas las listas de mejores playas de España. El Monte Pindo pone el telón de fondo al baño.

Foto: Turismo Galicia

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Playa A Frouxeira, Valdoviño (A Coruña)

Las playas de Valdoviño son muy populares en Galicia. Pero ésta es una playa milagrosa… No solo por su belleza de paisaje, sino porque desde tiempos remotos, tiene fama de ser curativa. Grupos numerosos de personas mayores, más a primera hora, antes de que lleguen el resto de bañistas, lo atestiguan. Su arena fina se extiende por más de tres kilómetros. Cerca se encuentra la laguna de A Frouxeira, un humedal de gran valor medioambiental donde se puede disfrutar del avistamiento de diferentes aves.

Foto: Turismo Galicia

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Playa de Covas, Viveiro (Lugo)

Un kilómetro y medio de playa resguardada y arena fina cerca de la ría de Viveiro, en la provincia de Lugo, para una playa urbana muy popular y con alta ocupación en temporada de verano. Se divisan desde su parte occidental las rocas sobresalientes conocidas como Os Castelos, testigo de algunos naufragios históricos.

Foto: Gtres

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Isla Pancha Galicia

En la parte más externa de la Ría de Ribadeo y a unos 2 kilómetros de la localidad de la Villa de Ribadeo se localiza la Isla Pancha, islote sobre el que, en el año 1857 se levantó el Antiguo faro de Ribadeo.

Las Rías Altas se reparten entre las provincias de A Coruña y Lugo, extendidas a lo largo de una costa de extraordinaria diversidad paisajística: cabos abruptos en Ortegal, acantilados en A Capelada y playas que dan a rías o a mar abierto. La zona esconde además pueblos marineros donde se pueden reponer fuerzas degustando tapas de marisco, pulpos a feira y chocos en su tinta.

Seguir viajando

La ruta por el norte de las Rías Altas se inicia en Ferrol, siguiendo la carretera que serpentea por la costa. Enseguida se llega al cabo Prior, protector de las playas de Santa Comba y Doniños, y a Valdoviño, donde la naturaleza muestra su generosidad en el arenal de A Frouxeira, un paraíso para surfistas de tres kilómetros de largo.

A veinte kilómetros espera la villa de Cedeira donde, tras realizar una pausa en una de las tabernas de su puerto, se sube por una pista a la sierra de A Capelada, en la que pacen yegüas de raza autóctona. El mejor mirador de esta sierra es el de Vixía da Herbeira, un balcón natural a 613 metros de altitud.

Mitos y leyendas

En la ruta abundan las aldeas marineras que mantienen un pulso con la costa. Una de ellas es San Andrés de Teixido –a 12 km de Cedeira–, anclada entre prados en la sierra de A Capelada. Su iglesia, vinculada al Camino de Santiago y mencionada en escritos del siglo XII, acoge una romería de arraigo en Galicia, durante la cual se cuelgan ofrendas hechas por los lugareños con migas de pan y ramas de tejo que llaman herbas de namorar. La aldea también está vinculada a la mitología gallega, según la cual por allí siempre vaga al anochecer la Santa Compaña y su procesión de ánimas en pena.

La ruta prosigue en el cabo Ortegal, al que se llega por una estrecha y sinuosa carretera que muere en el faro que lo culmina. Allí el viajero puede que sienta vértigo cuando se asome al precipicio para divisar, enfrente, los islotes de Os Aguillóns, bullentes de espuma y luchando contra las olas.

Sones celtas en Ortigueira

Tras Ortegal conviene hacer un alto en Cariño para degustar las sardinas lañadas –protagonistas de una fiesta gastronómica en agosto–, y luego bordear la costa veinte kilómetros hasta Ortigueira, cuya ría crea un estuario declarado Espacio Natural. Esta villa marinera, que preserva restos celtas, celebra en verano un festival que congrega a músicos hermanados por el sonido de las gaitas, la mejor banda sonora a este recorrido.

De la música celta que suena en Ortigueira saltamos al silencio que inunda la solitaria Estaca de Bares, el punto más septentrional de la península Ibérica, cuyo faro es hoy un pequeño hotel. Desde allí se disfruta de una panorámica del puerto de Bares y de la ría de O Barqueiro, una de las estampas más bellas del viaje.

La Mariña Lucense

En apenas media hora se llega a Viveiro, con una muralla en la que se abre la puerta de Carlos V (siglo XVI), la mejor para internarse por el angosto casco antiguo, repleto de tabernas. A partir de esta localidad la ruta penetra en tierras de la comarca lucense de La Mariña, cuyo primer punto de interés es Cervo –a 15 kilómetros–, famoso por la fábrica de cerámicas de Sargadelos, que pinta sus piezas de azul cobalto.

Cerca ya del final, al viajero aún le espera una de las mayores sorpresas del recorrido, la playa de As Catedrais, conocida en todo el mundo por la imagen de sus rocas horadadas como ruinas de un monasterio marino; para admirarla hay que acudir con la marea baja.

El viaje concluye en la más oriental de las Rías Altas, la de Ribadeo, donde el estuario del río Eo se funde con el mar Cantábrico a la altura de la isla Pancha. Es una delicia pasear por esta villa que conserva los callejones de su primitiva aldea marinera y las casas de su pasado colonial. Si se cruza al otro lado del puente de los Santos, el viaje continúa por la costa asturiana.

Para saber más

Cómo llegar: El aeropuerto más cercano es A Coruña. El coche es el mejor medio para recorrer las Rías Altas, repartidas entre A Coruña y Lugo.

Alojamiento: En la zona abunda la oferta de alojamiento rural.

Web de Turismo de Galicia

Web del Concello de Lugo

Web de A Coruña