una ruta de cine

Roma en Vespa 70 años después de 'Vacaciones en Roma'

El hotel Anantara Palazzo Naiadi propone un itinerario muy cinematográfico por los principales atractivos de la ciudad.

Se han cumplido 70 años del estreno de Vacaciones en Roma, una de las primeras películas que utilizó, en buena parte, los exteriores de una ciudad para el rodaje. Viendo la corriente que ha tomado una parte del cine, con las film offices de las ciudades peleando por traer grandes producciones a sus calles, no sería extraño pensar que ese fue el caso de la película de William Wyler. Pero la explicación es mucho más sencilla: tras la Segunda Guerra Mundial, la Paramount había dejado bastante material cinematográfico en Roma y era más económico aprovecharlo que trasladarlo a sus estudios. Tras negociaciones con diferentes candidatos a protagonistas, los papeles fueron para Gregory Peck, como Joe Bradley el periodista, y Audrey Hepburn, como la princesa Anna. Aunque la protagonista verdadera es Roma, sobre todo Roma como dijo la princesa en la rueda de prensa que tiene lugar hacia el final de la película. La ciudad aparece desde los créditos iniciales hasta los últimos instantes, está en cada una de las escenas importantes, casi no hay monumento o lugar conocido que no tenga su aparición en la pantalla.

Audrey Hepburn and Gregory Peck on Vespa in Roman Holiday trailer

Foto: Wikimedia Commons

A Roma hay que viajar con calma, sabiendo que no vas a ver todo por muchos días que le dediques. Pero si lo que quieres es vivir algunas horas locas —la escapada de Audrey Hepburn a la Ciudad Eterna apenas dura 24 horas—, y emular una de las imágenes más icónicas de la historia del cine, el hotel Anantara Palazzo Naiadi tiene la experiencia perfecta: recorrer las calles de Roma en una Vespa. Eso sí, con sidecar y un piloto acostumbrado al tráfico de la capital italiana. Este alojamiento situado en la monumental plaza de la República ofrece la actividad Roma en Vespa, un itinerario muy cinematográfico que sigue algunas de las localizaciones de Vacaciones en Roma, además de incorporar alguna sorpresa. 

Mientras se rueda sobre los sampietrini de Roma, los característicos adoquines de basalto, da la impresión de estar haciendo un viaje por los créditos iniciales de la película, en los que van proyectando una serie de imágenes de la ciudad: la plaza de San Pedro, la columna de Trajano, el puente Umberto I sobre el Tíber, San Juan de Letrán. 

Moto en Roma
Foto: Rafa Pérez

La dirección donde se ubicaba la casa del periodista, Vía Margutta 51, es una visita que solo satisface a los más cinéfilos. En realidad, los interiores fueron rodados en el número 33 y el intento que hubo para reconvertir la propiedad en un museo contó con la oposición absoluta de todos los vecinos. 

La Fontana de Trevi, cómo no, es otro de los lugares que aparece en varias ocasiones, pero nos quedamos con la escena en que Joe Bradley intenta quitarles la cámara a unas niñas para hacer una foto de la princesa mientras se corta la melena en una peluquería cercana, que en realidad no existe. Tras el corte de pelo, la princesa busca los placeres de las cosas aparentemente sencillas de Roma: comer un helado en las escaleras de plaza España —actualmente ya no está permitido sentarse—, ir de compras, tomar un café en las terrazas junto al Panteón. Cuando pide una copa de champán, el periodista se ve obligado a pedir crédito a su amigo fotógrafo, como casi hay que hacerlo al entrar en el café Greco, el lugar que visitaban los protagonistas durante los recesos del rodaje. Este mítico café se ha convertido hoy en lugar de peregrinaje. Eso sí, conviene saber que el precio de ser mitómano es de diez euros por un capuchino. 

Fontana di Trevi
Foto: Rafa Pérez

La ruta en Vespa busca otra clase de placeres sencillos, como la parada que se hace en uno de esos negocios del Trastevere al que apenas se asoman turistas. Sí, todavía queda alguno. El Biscottificio Innocenti es una pastelería que puso sus hornos en marcha en el año 1940. La abrió Sesto Innocenti, el abuelo de Stefania, la actual propietaria, en el número 21 de la Vía de la Luce, quien se hizo cargo del negocio cuando su padre, un "toscanazo un poco bribón", no lo llevaba por el buen camino y era su madre la que tiraba del carro. Stefania utiliza únicamente ingredientes naturales para hacer una repostería que se parece más a la que elaboran las abuelas en casa que a las actuales tendencias en el mundo dulce. Trabajar de esa manera, cuenta Stefania, es difícil, fatigoso, pero bellísimo.

El Biscottificio Innocenti
Foto: Rafa Pérez

La ruta hace una parada en el lugar donde sucede una de las escenas más conocidas de la película, tras una breve charla de los protagonistas junto al templo de Vesta. Desde allí se trasladan a la iglesia de Santa María en Cosmedin, donde se encuentra la Boca de la Verdad. La escena del susto fue totalmente improvisada, y la reacción de Audrey Hepburn fue tan espontánea que no hubo que repetir la toma. Juntos acaban paseando por el resto de esenciales de Roma: el Coliseo, el Foro romano o por la Cordonata Capitolina, en el Campidoglio, con el Palazzo Senatorio al fondo y las estatuas de mármol de Cástor y Pólux. El baile que acaba con el beso de los dos protagonistas, después de que la actriz estrelle una guitarra en la cabeza de un policía de incógnito, tiene lugar en un pequeño embarcadero bajo el puente que da acceso al castillo de Sant’Angelo.

Castillo de Sant'Angelo
Foto: Rafa Pérez

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