Desde el pico Torrecilla, a más de 1900 m de altitud, en plena Sierra de las Nieves, el caminante siente que Andalucía se extiende a sus pies. La máxima cumbre de Málaga es un mirador privilegiado.
Con solo mirar hacia el este, la vista tropieza con las montañas blancas de Sierra Nevada. En el norte se extienden los pasos naturales que unen Málaga, Córdoba y Sevilla. Y en dirección oeste, despunta la sierra gaditana de Grazalema. Pero la panorámica más impactante se encuentra al sur. Desde estas alturas se divisa el Mediterráneo que es una lámina de agua quieta entre el estrecho de Gibraltar y las costas norteafricanas. En días claros, incluso se advierten las montañas marroquís del Rif, azuladas, lejanas y también míticas.