Rothenburg ob der Tauber es uno de los pueblos medievales mejor conservados de Alemania, a pesar del desafío que la Guerra de los 30 años, la peste y la Segunda Guerra Mundial supusieron para su integridad. Una imponente muralla abraza a los apiñados tejados naranjas que cubren casas de colores con entramados de madera y miran a las calles adoquinadas. Más allá de su belleza arquitectónica, Rothenburg maravilla a los visitantes por sus numerosos atractivos, tanto culinarios como culturales, y deja un largo y bonito recuerdo de cómo se vive la magia de la Navidad en Franconia.