
edificios más fascinantes de la Alta Edad MediaPrincipado de Asturiasconjunto de arte prerrománico creado entre los siglos VIII y X
Algunos de los
que se conservan en Europa se concentran en el
. Se trata de un
que es Patrimonio de la Humanidad desde 1985. A través de valles rurales y paisajes marítimos, se puede seguir un itinerario que enlaza estas obras maestras y las combina con etapas de atractivo natural y otras dedicadas a la gastronomía tradicional.
La ruta se inicia en Oviedo, una ciudad que ofrece en sus calles señoriales todo un muestrario artístico. Su principal monumento es la excepcional Catedral gótica, que preserva de su fundación prerrománica la Cámara Santa. En ella se custodian joyas con valor simbólico para la historia del Principado, como la Cruz de los Ángeles (siglo IX) y la de la Victoria (siglo X). Muy cerca del templo, la fuente de Foncalada, en la calle de igual nombre, es la única obra civil de aquella época (siglo IX) que se conserva en la capital. Oviedo guarda estos dos ejemplos de prerrománico entre callejuelas donde las tabernas tientan con sabrosas tapas y sidra.
El monte Naranco, en las afueras de Oviedo, es un lugar idóneo para pasar una jornada al aire libre y disfrutar de las vistas. Tal vez por ello se levantara aquí la exquisita iglesia de Santa María del Naranco que, por su espléndida factura y ornamentación, está considerada la obra más icónica del prerrománico asturiano. El edificio fue construido hacia el año 848 como pabellón de caza del rey Ramiro I, y posteriormente, en el siglo XIII, fue reconvertido en iglesia. Con dos pisos, destaca el superior por sus miradores abiertos. La decoración armoniza con su bella aunque sobria estructura y muestra motivos escultóricos de animales y detalles de inspiración oriental.
Apenas a cien metros y rodeada de árboles, la iglesia de San Miguel de Lillo es otro edificio que también se debe a Ramiro I. Se la considera una de las creaciones más valiosas de la ruta por su refinada decoración, con celosías caladas y jambas en las que se representan escenas de un circo romano. El cercano Centro del Prerrománico Asturiano es indispensable para conocer los monumentos que forman el itinerario así como los atractivos culturales y naturales de la zona.

La carretera que conduce hacia Gijón lleva a San Julián de los Prados, también llamada Santuyano. Es la construcción prerrománica más antigua que se conserva, pues fue trazada hacia el año 842 por Tioda, el maestro de obras de Alfonso II. Se trata de un recinto más monástico que palatino, si bien se reservaba para el rey una tribuna en el transepto.
La ruta sigue por la A-64 hacia el litoral hasta que se desvía por un valle próximo a Villaviciosa para contemplar la iglesia de San Salvador de Valdediós, consagrada en 893 y apodada cariñosamente «el Conventín». Espiritualidad y sencillez caracterizan esta iglesia de tres naves con pinturas murales. A este delicioso enclave se retiró Alfonso III tras ser destronado por sus hijos. La marinera Villaviciosa nació para contener los ataques de piratas que asolaban estas costas del Cantábrico. La villa, cuajada de caserones con fachadas acristaladas, se asienta junto a su ría, entre las playas El Puntal y Rodiles, y con marismas habitadas por infinidad de aves acuáticas.
Oviedo guarda estos dos ejemplos de prerrománico entre callejuelas donde las tabernas tientan con sabrosas tapas y sidra
La ruta se dirige ahora hacia Nava (21 km al sur), sede del Museo de la Sidra. En sus modernas instalaciones el visitante puede conocer la historia de la bebida asturiana por excelencia e incluso participar en su ciclo de elaboración. En Asturias, la carta de especialidades gastronómicas no se entiende sin la liturgia de la sidra que, junto a la fabada (potaje de judías, tocino, chorizo y morcilla) y el arroz con leche, constituyen un trío de tentaciones. El menú ofrece igualmente un surtido de productos del mar, frutos de la tierra y dulces, básicos en una cocina con siglos de historia.
De camino hacia el interior, la carretera AS-1 se adentra en los valles mineros asturianos, un paisaje marcado por el desarrollo industrial que trajo la explotación del carbón. Esta actividad se recuerda en el Museo de la Siderurgia, junto a Langreo, que está instalado en una antigua fábrica que fue rehabilitada con un diseño de líneas futuristas. Una visita comentada da a conocer la historia de este sector tan ligado a la economía del Principado.
Y llegamos a Lena, el concejo que da la bienvenida a Asturias por el sur y una magnífica entrada gracias a su exuberante naturaleza. Pola de Lena es su capital. En los alrededores, sobre una colina, se halla la escueta iglesia de Santa Cristina de Lena. Realizada hacia el año 850 con planta de cruz griega, destaca por su tratamiento de la luz, que se filtra a través de ventanas y celosías e invade todo el interior.
El viaje tras las obras del prerrománico asturiano finaliza en otro centro informativo, el Aula del Prerrománico de Lena, instalado en la antigua estación de tren de La Cobertoria. A través de paneles e infografías se explica la importancia de los monumentos de la ruta, obras nacidas de una corriente arquitectónica que fueron talladas por manos sabias y que hoy son tesoros de la humanidad.
MÁS INFORMACIÓN
Desde varias ciudades españolas hay avión y tren hasta Oviedo, etapa inicial de la ruta. Dos excelentes opciones de alojamiento son el turismo rural (www.casasdealdea.com) y la red Casonas Asturianas.