Entre pueblos de lavanda

Una ruta desde Saint-Rémy por la Provenza más secreta

Viaje al sur de la región francesa, descubriendo pueblos colgantes, restos romanos, macizos montañosos y abadías entre campos de lavandas y viñedos, además de alguna sorpresa cultural.

En el sudoeste de la Provenza francesa se extiende el departamento de Bocas del Ródano, uno de los cinco que forman esta idílica región de paisajes que abarcan del Mediterráneo a los Alpes. Junto a la capital departamental, la bulliciosa Marsella, con su catedral de Notre Dame de la Garde y el Vieux Port, acoge otras ciudades monumentales como Arles, con su teatro de la Arena (siglo I), declarado junto a otros vestigios romanos Patrimonio de la Humanidad, y Aix-en-Provence, cuna de Paul Cézanne y posiblemente el destino que mejor transmite el savoir vivre provenzal.

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A la vez, este territorio esconde pueblos encantadores como Saint-Rémy, base idónea para descubrir seductores enclaves, menos conocidos y muy cercanos entre sí, que se pueden enlazar en un viaje por sinuosas carreteras rurales que discurren entre campos de lavandas, viñas y olivos, abadías y pueblos colgantes.

Saint Remy de Provence
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SAINT-REMY de provence

Este enclave recoge la esencia de lo que uno espera encontrar en un viaje a Provenza francesa. Junto a su fama de pueblo encantador, mantiene un ambiente tranquilo, con callejuelas y plazoletas con coquetos cafés, restaurantes y tiendas de artesanía, ropa y productos gourmet como las trufas. Su corazón palpita en la Plaza de la República, escenario del mercado semanal de los miércoles, con la Catedral erigiéndose en uno de sus flancos. Cuna del boticario y escritor Nostradamus (1503-1566), acogió temporadas a Vincent Van Gogh cuando este tomó la Provenza como refugio en el cercano monasterio de Saint-Paul-de-Mausole, una casa de salud en el siglo XVIII. El Museo Estrine recoge el paso del pintor neerlandés por la localidad.

Equidistante de ciudades como Aix-en Provence, Marsella o Arles, Saint-Remy es un lugar idóneo como base desde la que descubrir el territorio, con multitud de pueblos encantadores a su alrededor y una naturaleza plácida y meridional que en verano acompaña el canto de las cigarras.

 

 

Ruinas de Glanum
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sITIO ARQUEOLÓGICO DE GLANUM

En las afueras de St-Rémy, a un par de kilómetros del pueblo, se pueden recorrer los vestigios de Glanum, una ciudad de fundación celta dedicada al dios de la curación Glanis, que los romanos convirtieron en su base en la Provenza. La existencia en la zona de fuentes y canteras, junto al hecho de ser un cruce de caminos, propició la expansión de este lugar. Tras una entrada monumental que presiden un Arco de Triunfo y el Mausoleo de Jules, hay que caminar por un sendero que conduce al yacimiento propiamente dicho, donde se contempla el antiguo trazado con columnas y cimientos de lo que un día fueron termas, el foro, la curia, templos y viviendas.

 

Parque Natural de Les Alpilles
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MACIZO DE LES ALPILLES

Este macizo de rocas blancas calcáreas, protegido como Parque Natural y Regional, se localiza a unos veinte minutos en coche de Saint-Remy, en el noroeste del departamento de Bocas del Ródano. El destino es conocido por los senderistas que ascienden por colinas onduladas (su cota mayor se sitúa a 500 metros), que regalan amplias vistas de las montañas, los campos agrícolas y viñedos que flanquean las carreteras rurales. En St-Rémy se puede visitar el Museo del Macizo de Les Alpilles, alojado un palacete del siglo XVII.

La parte principal del macizo, llamada Alpille o Pequeño Alpe, se extiende desde la parroquia de San Gabriel de Tarascon hasta la carretera a Eygalières, otro pueblo medieval con casas y calles de piedra, emplazado en una colina ya ocupada por los romanos. Conserva restos de la Capilla de San Sixto, erigida sobre un templo románico, reformado en el siglo XVII y coronado con una españada. El pueblo celebra los viernes un popular mercado donde, entre otros productos, se venden vinos y aceites producidos en la zona. 

Les Baux-en-Provence
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LES BAUX EN PROVENCE

El pueblo de Baux se mimetiza con las rocas de los Alpilles, presidido por los vestigios de su castillo medieval (siglo XI), cuyas ruinas en un acantilado impresionan por sus dimensiones. En aquellos tiempos y hasta el siglo XIII, Baux fue un enclave destacado donde convergían la cultura y la política de la Provenza medieval. En el recinto hay varias reproducciones de catapultas que hacen imaginar la defensa de Baux. El municipio fue próspero desde época romana, cuando ya suministraba piedras para la construcción. En el siglo XVIII proliferaron varias canteras, que trajeron prosperidad a los habitantes de Baux. Su singularidad hace que se halla en la lista de Plus Beaux Village de France. Se pueden contemplar la Porte Eyguières, hasta 1866 el único acceso a la villa; la Capilla de los Penintentes Blancos (siglo XVII); y la iglesia de Saint-Vincent, templo medieval con vidrieras modernas de Max Ingrand. El pueblo cuenta con un Museo de los Santores, figurillas de terracota pintadas en vivos colores, que recuerdan a las de nuestros pesebres.

Carrières des Lumiéres
Foto: Asun Luján

CARRIÈRES DES LUMIÈRES, UNA CANTERA ARTÍSTICA EN LA PROVENZA

El espacio cultural Carrières des Lumières ilumina con sus proyecciones inmersivas las entrañas de Les Baux-de-Provence, un enclave lleno de supersticiones y leyendas apodado el Valle del Infierno y situado en pleno parque natural del macizo de Les Alpilles. Pierre Berthier llamó en 1821 bauxita a la roca sedimentaria rica en aluminio propia de Baux. Con ella se erigió la cercana Galum romana (II a.C.) y el castillo del siglo XI que dio origen a este pueblo asentado sobre una plataforma pétrea. La onmipresencia de esta piedra en la zona propició que en 1800 aquí se abriese una cantera, en activo hasta 1935 cuando cayó en el olvido. En 1959, la antigua pedrera renació con vocación artística para ser escenario de teatro, ópera y set cinematográfico de directores como Jean Cocteau, que allí rodó su Testamento de Orfeo. Fue así hasta 2012 cuando, de la mano de la entidad Culturespace, la cantera de Baux fue convertida en Carrières des Lumières, un centro de arte digital e inmersivo, con una agenda centrada en pintores universales. Desde entonces, por sus muros han desfilado Da Vinci, Monet, Chagall, Gauguin, Klimt o Picasso. Para 2023, los espectáculos programados son De Vermeer a Van Gogh, los maestros holandeses, y Mondrian: arquitecto de los colores; también se exhibe Tintín, la aventura inmersiva, en la Sala Zoom anexa. 

 

FONTVIEILLE ENTRE VIÑEDOS Y OLIVARES

En las llanuras que preceden Les Alpilles se diluyen viñedos como los que acompañan hasta el pueblo de Fontvieille, famoso por sus viñas y olivares, de los que se producen vinos y aceites. A su alrededor se puede visitar la Abadia de Montmajor y los vestigios pétreos del acueducto y los molinos de Barbegal, de fundación romana. Diversas fincas de Fontvieille realizan excursiones y catas. Destaca el Castillo de Estoublon, en dirección a Arles. El edificio originario de 1489 ha sido transformado en un alojamiento exclusivo, que conserva el mobiliario, los jardines y en el subsuelo sus bodegas; incluye el restaurante La Table d'Estoublon. La finca de Estoublon ocupa el corazón de la Denominación de Origen Protegida Baux-en-Provence y cuenta con 120 hectáreas de olivos y 17 de vinos. 

 

Abadía de Montmajour
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ABADÍA DE MONTMAJOUR

A unos 8 kilómetros de Fontvieille, camino de Arles, se erige este complejo monástico que destaca por sus dimensiones. La originaria ermita de San Pedro fue erigida en el siglo X sobre una roca rodeada de humedales. Se convirtió en el panteón de los Condes de Provenza en el siglo XI. Su influencia fue extendiéndose rápidamente, primero hacia Arles y luego al resto de la Provenza, gracias a una amplia red de prioratos que llegaron a su esplendor en el siglo XIII. El conjunto está compuesto por una ermita (XI), un monasterio (XII), una torre vigía (XIV) y ampliaciones del monasterio de inicios del XVIII.

Aix en Provence
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AIX-EN-PROVENCE, la esencia provenzal

La visita a esta zona pasa inevitablemente por Aix-en-Provence, una ciudad que también transmite el ambiente provenzal, con sus plazas que alojan mercados, fuentes, palacetes, iglesias y museos. Además es la ciudad natal de Paul Cézanne que en Aix cuenta con una ruta por los lugares fundamentales de su vida, que incluye la finca en los alrededores que convirtió en su casa con jardín y en su taller: el piso superior muestra la estancia con ventanales donde pintaba, decorada con algún cuadro y ejemplo de bodegones. Entre las curiosidades que se pueden buscar durante el paseo están ver los nombres de las calles en francés y en italiano, herencia de su pasado de conquistas, así como las imágenes de vírgenes y santos que decoran muchas esquinas.

Aix en Provence
Foto: Asun Luján