A pesar de su proximidad a Santander, el adjetivo “salvaje” se adapta perfectamente a esta parte de litoral cántabro plagado de acantilados que bien podrían ser el escenario ideal para cualquier aventura de tesoros y piratas. Arnía, Covachos y Somocuevas son tres de los secretos mejor guardados de los alrededores.Tres arenales superlativos para pasar una estupenda jornada playera en ese escenario prodigioso que es el Geoparque de la Costa Quebrada. Se trata de playas vivas, moldeadas a diario por la erosión del mar, del viento y de las mareas. Un verdadero espectáculo natural a muy pocos kilómetros de la capital.