El mundo maya sigue vivo en Guatemala. En este país de Centroamérica, no solo pervive su recuerdo en enclaves como la Selva del Petén, donde se esconden las pirámides y templos del yacimiento de Tikal. También puede sentirse en las aldeas que se asientan a orillas del Lago Atitlán o en el colorista mercado de Chichicastenango, donde las comunidades indígenas de las montañas descienden con sus artesanías y productos recolectados. Sin olvidar el arte de artistas actuales, cuya obra mantiene vivos antiguos símbolos mayas, y que puede encontrarse en las galerías de arte de la capital, y en la gastronomía, con platillos a base de maíz y frijoles.