A cada paso del peregrino resuena la piedra milenaria que convierte a Santiago en final del Camino. Devoción y tradición ponen en el mapa viajero a la capital gallega, alfa y omega del Xacobeo. Sin embargo, Santiago de Compostela vibra también con un maravilloso presente. Más allá de granito secular, de botafumeiros voladores y de alcanzar el Jubileo, Santiago se abre también al siglo XXI con sus museos, sus artesanos, sus galerías de arte, sus espacios verdes y su nueva ola culinaria.