El Mar Muerto, conocido mundialmente por sus características aguas en las que es imposible sumergirse, es el lago salino, con una cantidad de sal 10 veces mayor que la del océano, más profundo del mundo, con más de 300 metros de profundidad en su punto más hondo. Enclavado entre Israel, Jordania y Cisjordania, un desastre medioambiental amenaza una de sus principales atracciones turísticas “que desaparecerán si no se le pone remedio a esta catástrofe”, cuenta a Viajes National Geographic Michael Skir, un guía israelí que bien conoce no solo el área, sino la situación actual del propio Mar Muerto y del resto del país.
¿Por qué se seca el Mar Muerto?
“Existen fundamentalmente tres motivos por los que el Mar Muerto se está secando, y la mano del hombre tiene mucho que ver en ellos”, cuenta Skir. Y continúa: “El Mar Muerto necesita agua de otras fuentes naturales para nutrirse, y la desecación del río Jordán, encargado de suministrar agua al Mar Muerto, ha sido determinante para que este comience también a secarse”.
Todo esto sucede porque el Mar de Galilea, otro gran lago alimentado por el agua del deshielo de los Altos del Golán, manda agua hasta el Mar Muerto a través del río Jordán, que está experimentando una muerte lenta a raíz de que “en 1992 Israel construyera una presa en el Mar de Galilea impidiendo que el agua circulara hasta el Mar Muerto y restringiendo su suministro porque el país necesita ese agua”. Conviene aquí mencionar que “Israel es, además, líder en producción de agua dulce a partir de agua salada”, añade Skir.
Existen fundamentalmente tres motivos por los que el Mar Muerto se está secando, y la mano del hombre tiene mucho que ver en ellos.
Por otro lado, “otra de las razones principales por la que los niveles de agua están disminuyendo tiene que ver con el clima seco y árido de la región, que hace que el agua se evapore porque, sencillamente, hace mucho calor”, continúa. Algo que, a pesar de no depender al 100% de la mano del hombre, sí dificulta que el lago se reponga.
El tercer motivotiene que ver con las propiedades terapéuticas atribuidas a los minerales de sus saladas aguas, que no solo atrae cada año a turistas hasta las instalaciones hoteleras, sino que también se pueden encontrar en cosméticos y otros productos de consumo. Tal ha sido esta fama que esto ha llevado a desarrollar dos industrias en paralelo alrededor del Mar Muerto. Por un lado está la turística (solo en la zona de Israel hay casi 100 hoteles en la conocida como Ein Gedi) y que no resulta perjudicial, más bien todo lo contrario, y por otro están “las plantas industriales, que están consumiendo el agua del Mar Muerto para la extracción de sus numerosos minerales”, aclara Skir.

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La posible desaparición de un destino turístico
Debido a la combinación de estos tres factores, la situación que presenta el Mar Muerto es francamente desoladora, y los datos recopilados por el Servicio Geológico de Israel (GSI) así lo confirman: la tasa de pérdida de agua, desde 1976, se está acelerando cada década llegando a bajar casi un metro por año. El impacto de estos cambios se demuestra claramente en el complejo turístico israelí de Ein Gedi, ubicado en la costa del Mar Muerto. A finales de la década de los 80, cuando comenzó el desarrollo turístico de este área, el agua salpicaba el hotel principal y las dos o tres atracciones que existían. Ahora, el hotel más cercano al agua está a casi 500 metros, e incluye una carretera por el medio. “Es muy posible que si esto continúa así, un par o tres de generaciones próximas no lleguen a ver el Mar Muerto tal cual lo conocemos, en 100 años aquí no quedará nada”, confirma Michael Skir. Por el contrario, también existen otras fuentes que aunque reconocen el problema, afirman que debido a su salinidad, el Mar Muerto nunca podrá desaparecer, a pesar de que no para de encogerse.
Es muy posible que si esto continúa así, un par o tres de generaciones próximas no lleguen a ver el Mar Muerto tal cual lo conocemos, en 100 años aquí no quedará nada.
¿Se está haciendo algo por salvar el Mar Muerto?
Y aunque como bien confirman esas fuentes es posible que el Mar Muerto no llegue a desaparecer nunca, Israel no ha querido esperar para ver cuánto de verdad hay aquí y ya en 2015 firmó un acuerdo con Jordania, el otro destino afectado por esta crisis, en un intento por estabilizar los niveles de agua del mar y agregar 300 millones de metros cúbicos anuales al lago salado a través de una ambiciosa construcción de un canal desde el Mar Rojo hasta el Mar Muerto. Para Skir, “está por ver cuan exitoso va a resultar este proyecto, pero hay que darse prisa porque la desaparición se acelera y los intentos para encontrar soluciones son, a veces, demasiado lentos”.

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Por ahora, y mientras las soluciones para evitar su desaparición llegan, es una buena idea viajar al destino para aprovechar al máximo sus poderosas aguas, disfrutar de la experiencia de la flotación y envolverse en barros para experimentar en cuerpo, y casi hasta en alma, todas las propiedades mágicas que se le atribuyen a estas aguas.