Volver

Seis formas disfrutonas de reconectar con la Costa Brava

Una pequeña para quitarle los artificios a este litoral y descubrir la esencia de sus calas, puertos y paisajes este verano.

Nunca antes había sido tan necesario viajar para reencontrarse, para recuperar ciertas sensaciones perdidas e, incluso, para regresar más sanos. Esta tendencia, incipiente y cada vez más trending topic por la pandemia, no consiste tanto en el dónde como en la experiencia que se vive. Eso no quita que, en paralelo, haya lugares en los que el turismo deportivo y de salud se ha elevado a la más hedonista potencia. Y uno de ellos es Costa Brava, una franja de litoral agreste y preciosa donde una escapada y unas vacaciones pueden servir para encontrar, a través de un sinfín de sensaciones, la alegría de viajar. 

1 /6
Kris-Ubach.-Burricleta-Peratallada.-Arxiu-imatges-PTCBG. La Burricleta

Foto: Kris Ubach. Turismo de Costa Brava-Pirineos

1 / 6

La burricleta es para el verano

Las alforjas de mimbre y ese look de bicicleta de paseo hace fácil percatarse de la etimología de este curioso medio de transporte. Pero, si se simplifica, la burricleta es una bici eléctrica con aires rústicos muy fácil de manejar y apta para todo tipo de viajeros. La anécdota de su nombre y el aliciente de dar pedales asistidos por una batería podría ser, de por sí, un argumento sólido para disfrutar de esta experiencia. Pero claro, ahí están los pueblos del Empordà para convertirse en los vértices de un recorrido por caminos y carreteras secundarísimas que atraviesan campos de cereales, arrozales y bosques de pinos. 

El punto de partida es el centro de actividades Ocitània, en la carretera de Torroella de Montgrí a Parlavà (GI643). Desde ahí, a través de una ruta autoguiada, se pueden descubrir rincones alejados de los paisajes más mainstream de esta comarca rural como puede ser el icónico puente sobre el río Daró de Gualta o las callejuelas retorcidas de Palau-Sator. Por supuesto, en el recorrido circular se pueden improvisar desvíos a Pals o a Peratallada, pero aquí la clave está en dejarse llevar por aquellas serendipias rurales que aún conservan estas coordenadas medievales. 

Gastronomía Hotel Santa Marta. Jornadas gastronómicas Santa Marta

Foto: Hotel Santa Marta

2 / 6

Un hotel para probarlo todo

Lejos de conformarse con rentabilizar una ubicación única en la playa de Santa Cristina (el reducto más bravo de Lloret), el Hotel Santa Marta se ha propuesto convertirse en un epicentro gastronómico. En estas latitudes suele haber dos opciones para ello. La primera, dejarse la piel para lograr la estrella Michelin, un esfuerzo que muchas veces no rima con el espíritu relajado de los huéspedes. La segunda, mucho más compleja y constante, darle un toque local a la cocina y sacarla del comedor con el fin de ahondar en la cara más cultural y genuina de los sabores. Y eso es lo que han hecho en este establecimiento sin por ello perder el foco de su filosofía del lujo.  

Al fichaje del chef Jesús Niño (ex de restaurantes como Drolma, Jean Luc Figueras o ABaC) se le añade una apuesta por el producto precisamente en una región donde hay delicias para parar un tren. Algo que no solo se disfruta en los platos de su carta, también en las jornadas gastronómicas programadas para animar al verano entre las que destaca las cenas a la luz de la luna (la próxima, la del día 24 de julio), el maridaje de ostras Belle Mar y cerveza Marina el próximo 5 de agosto o food tour que llenará el sendero que comunica el hotel con la playa de puestos de comida el sábado 7 de agosto. 

 

IMG 7655. Tela Marinera

Foto: Tela Marinera

3 / 6

¡Cata a bordo... de una goleta!

Joan Santolaria lleva lustros con sus dos barcos clásicos, El Rafael y Jolie Biche, realizando pequeñas excursiones en barco desde el puerto de Palamós en una experiencia que tiene todo tipo de ingredientes. Por un lado está el atractivo de sus embarcaciones y el rugido de unos motores que, pese a su antigüedad, aún ronronean con constancia y fiereza. Por el otro, el carisma del propio Joan, conocedor de todos los entresijos y curiosidades de una costa plagada de historias y leyendas protagonizadas por algunas de las familias más estrafalarias de la burguesía catalana y europea. Y todo ello con la belleza de enclaves como la cala S'Alguer o las Islas Hormigas. Pero claro, esto no termina aquí. 

Y es que, periódicamente, Joan combina sus excursiones clásicas con otras que son una delicia en las que marida el salitre con el sabor por excelencia de Palamós: la gamba roja. Tras un trayecto agradable, su goleta Jolie Biche fondea en cualquiera de esas calas tan Estrella Damm, un momento en el que Joan aprovecha para pescar (o, cuando no hay suerte, desempaquetar) unas gambas rojas que prepara a la plancha mientras explica las claves de esta sencilla receta. Pero no, esto tampoco termina aquí. 

La guinda de esta experiencia gastro-culinaria es la cata que organiza a bordo en la que se prueban dos vinos de la bodega La Vinyeta envejecidos bajo el mar durante seis meses. Una degustación en la que se comparan con otros caldos vinificados de manera clásica para comprender mejor los efectos del Mediterráneo en sus matices. Eso sí, sin excesivo snobismo, que aquí se viene a disfrutar. Este año, las catas en el mar tendrán lugar en las siguientes fechas:
 

  • 18, 25, 30 y 31 de julio
  • 20 y 21 de agosto
  • 25 de septiembre
iStock-1208521630. Aiguamolls

Foto: iStock

4 / 6

No hay nada más 'mindfulness' que contemplar la naturaleza

Está claro, los Aiguamolls de Empordà no son Doñana, pero sí que son un curioso oasis en un litoral salpicado de sorpresas. Porque ver una gran masa de humedales entre localidades costeras no deja de ser siempre una gran noticia y un alivio para las retinas. Descubrirlos es todo un gustazo. Hay quien opta por ir por libre, aparcando en el centro de interpretación, alquilando unos prismáticos y siguiendo alguno de los recorridos marcados por el propio Parque que llevan hasta coquetas casetas de observación. Desde ellas, uno puede invertir horas siguiendo la grácil rutina de las garzas o encontrando gamos que en su día fueron introducidos para la caza y que ahora forman parte del paisaje del lugar. En los senderos, muchos de ellos trazados junto a coquetos canales y albercas, puede aparecer un coipu, un carismático y descarado roedor que muchos confunden con nutrias. O dando con enormes vacas de raza angus que se introdujeron para explotar la ganadería. Pero todo ello tiene mucho más sentido y contenido si se realiza con cualquiera de los guías de la empresa Terramar, una agencia especializada en rutas por la zona que cuenta con el permiso y la concesión para explicar a los viajeros todas las curiosidades de este santuario de vida que, efectivamente, es mucho más que un humedal. 

201 DSC9252. Gastronomía consciente

Foto: D.R.

5 / 6

Nutrición consciente para relamerse

Al llegar a las puertas del hotel Arkhé de Pals es normal que salten algunas suspicacias. ¿Por qué se llama así? ¿Es un hotelito boutique más de los que abundan en estas localidades de interior? ¿y qué es eso de la nutrición consciente de la que hace gala? La respuesta está sintetizada en una experiencia de nutrición consciente en la que Marta, una de las gerentes de este establecimiento, vuelca todos sus conocimientos como nutricionista para dar un sabroso taller sobre la alimentación natural, aquella que es mejor para el organismo. Una actividad que tiene lugar en la preciosa terraza y en la que que, lejos de aprovechar el entorno para profetizar y evangelizar, sí que consigue abstraer al huésped y hacerle partícipe, mediante la elaboración de una receta, de las posibilidades que ofrecen algunos ingredientes un tanto estrambóticos que nos da la madre naturaleza (y que la industrialización ha dejado a un lado). 

iStock-186677732. Lloret de Mar

Foto: iStock

6 / 6

Lloret de Mar a lo nórdico

Del norte de Europa no solo llegan turistas ansiosos de sol y playa. También algunas prácticas deportivas que están cuajando de una manera sorprendente entre los locales. Y es que no es extraño cruzarse en el paseo marítimo o en el camino de ronda con grupos de personas que, ataviados con unos bastones, practican lmarcha nórdica -una disciplina inventada para entrenar el esquí de fondo cuando no hay nieve- mientras descubren algunos de los rincones menos conocidos del litoral de Lloret de Mar. La culpa de esta fiebre la tiene Es Trajo, una empresa especializada en este deporte que, junto al ayuntamiento de este municipio, organizan salidas diarias para todo tipo de público en una actividad que mezcla el sudor con el conocimiento ya que los esfuerzos y los kilómetros son compensados por breves explicaciones sobre qué hace un falso castillo medieval en la cala Sa Caleta o por qué tiene ese gesto la estatua que homenajea a la mujer marinera ubicada en el confín suroeste de la playa principal. 

Kris-Ubach.-Burricleta-Peratallada.-Arxiu-imatges-PTCBG