Contemplando los Pirineos desde el puerto de Ibañeta llegan los rumores del bosque. Es un bosque denso y primigenio que susurra su leitmotiv a las cimas de Astobizkar y Ortzantzurieta. Entre mares de nubes que prodigan su fértil humedad sobre la hojarasca, la Selva de Irati, Iratiko oihana en euskara, invita a explorarla.