Son muchos y están adormecidos. Sorprenden al visitante con sus bostezos y andar sigiloso a escasa distancia de la entrada Naabi Gate, ubicada al sur del Parque Nacional del Serengeti. “Esto no suele suceder” comenta Nasari, guía de los parques nacionales tanzanos desde hace nueve años, refiriéndose a la quincena de leonas y leones jóvenes que reposan junto a la vía de acceso al parque.