Salir de los rediles para turistas es cada vez una misión más complicada, especialmente en ciudades milenarias como Sevilla, de la que se han escrito ríos de tinta. Aun así, quedan pequeños tesoros y reductos que prácticamente solo el habitante local conoce o disfruta y que no suelen aparecer en las guías más populares. Sevilla merece visitarla varias veces en la vida y aquí hay once nuevos motivos para hacerlo.