Un paraíso legendario cuyas islas se encuentran esparcidas por el Océano Índico, en mitad de la casi nada podría ser una buena forma de definir las Seychelles. Y aunque bien es cierto que sus espectaculares playas (alguna de ellas posicionada con honores en lo alto del ranking de las playas más bellas del mundo) copan todo el protagonismo, Seychelles es mucho más.
De las 115 islas que forman el archipiélago, solo una treintena están habitadas. Mahé es la más grande, además del punto de entrada a las Seychelles, y cuenta con un valor cultural y social fundamental que cobra vida en su pequeña capital, Victoria. Una amalgama de sabores, colores, aromas, razas y sentido común que ojalá fuesen capaces de exportar al resto del mundo.