El Pirineo de Navarra guarda uno de los bosques más bellos y mejor preservados de Europa: la Selva de Irati. Sus más de 17.000 hectáreas albergan el segundo mayor hayedo-abetal del continente europeo, solo por detrás de la Selva Negra alemana. Explotado forestalmente desde el siglo XV, ha llegado hasta nuestros días en un excelente estado de conservación y hoy es un destino de naturaleza con innumerables opciones de turismo activo, desde rutas senderistas de distinta dificultad hasta una red de 400 km para bicicletas de montaña, además de una estación de esquí nórdico y una fabulosa oferta gastronómica. Ahí van algunas claves para disfrutarlo a finales de verano y durante el otoño.