Sobre los años 70, Jacques Cousteau abrió una ventana al mundo submarino con sus documentales y películas que emitió TVE y que nadie en casa se quería perder. Aquello era pura aventura, el buque Calypso, los artefactos con los que se sumergía en los océanos… En el televisor, aparecía un mundo de belleza y misterios que el famoso oceanógrafo desvelaba con especiales dotes divulgadoras.
Hoy ese paisaje submarino sigue fascinando por igual. Sólo que las nuevas tecnologías permiten disfrutar de él de otra forma. Ya no es el salón familiar, ni es la pantalla del televisor, sino que se trata de documentales rodados en la máxima definición y con tecnología de Realidad Virtual que permite moverse por la escena como si uno mismo estuviera buceando.