“Todo lo que parece hecho en la tierra para seducir a los ojos, al espíritu y a la imaginación”. Así es como, muy sabiamente, describió Taormina el francés Guy de Maupassant. Pero no solo él cayó rendido a sus encantos. Audrey Hepburn, Truman Capote o Woody Allen también han sucumbido ante este rincón siciliano donde la vida es tan bella como sencilla. Y tal vez ahí resida su verdadero encanto en un lugar donde una passeggiata a través de sus empedradas callejuelas repletas de tiendas, restaurantes y por supuesto, deliciosas pastelerías, resulta el mejor de los pasatiempos.