Dicen que todos los caminos conducen a Roma. A veces, incluso, se llega a Roma sin tener que viajar demasiado. Al menos, sucede así en España, donde a lo largo y ancho de la que fue la antigua Hispania aparecen restos del portentoso pasado del Imperio Romano. Los vestigios actuales son el testimonio de la presencia romana que se extendió prácticamente durante siete siglos. Las villas, termas, templos, murallas, anfiteatros o acueductos que salpican todo el territorio español son parte de un patrimonio inmortal (en varios casos, Patrimonio de la Humanidad) que ha sobrevivido al paso de los siglos y que hoy sigue maravillando.