Keukenhof: así es el parque floral más grande del mundo

El parque histórico de Keukenhof no siempre estuvo lleno de tulipanes. El diseño del conocido como Jardín de Europa se llevó a cabo en 1857 para dotar al Castillo Keukenhof de un jardín ornamental en pleno apogeo del periodo romántico. Esta gran zona verde de Lisse lució jazmines, rosas, narcisos y orquídeas, pero también se utilizó para el cultivo de frutas y verduras por parte de la condesa Jacqueline de Hainaut, motivo por el que recibe su nombre, que significa “el jardín de la cocina”.

Fue en 1594 cuando se plantó la primera semilla de tulipán del país en el jardín botánico de Leiden, la semilla para que millones de estas flores brotaran por todo el país. La fama de Keukenhof se disparó en 1949, cuando se convirtió en una gran muestra de las diferentes variedades de tulipanes gracias a la promoción de los principales productores de bulbos y tulipanes de los Países Bajos. Desde entonces, estas flores son las reinas del lugar, junto a sus estanques, el castillo y sus antiguos árboles de haya.

Cómo y cuándo visitar el Jardín de Keukenhof

Este año, desde el 23 de marzo hasta el 14 de mayo, Keukenhof estará abierto de 8 de la mañana a 19.30 de la tarde para disfrutar no solo de largos paseos en un ambiente festivo con el telón de fondo de sus grandes extensiones de tulipanes y otras flores, sino también de algunas actividades programadas durante estas tres semanas. Los siete millones de bulbos que se plantan cada año acompañan al visitante en un recorrido a lo largo de 16 kilómetros de senderos que hacen casi obligatorio idear una ruta, aunque también es algo recomendable dejarse llevar.

Un total de cinco jardines se reparten por el recinto. El Jardín de reconexión tiene como valores fundamentales el respeto por la naturaleza y el uso de materiales sostenibles, mientras que el Jardín de playa tropical la visión de un barco, palmeras con hamacas y parterres de arena aporta una sensación totalmente diferente. En el Jardín de té verde, los visitantes podrán disfrutar de los olores de la menta, el toronjil, la manzanilla o el anís, además de probarlas en una infusión. Finalmente, el Jardín de la cabaña es un lugar de reunión perfecto, mientras que el Jardín romance rojo está reservado para aquellos que disfruten del romanticismo.

Entre las flores también se encuentran otras atracciones interesantes, como los cuatro pabellones, el Willem-Alexander, el Oranje Nassau, el Koningin Beatrix y elKoningin Juliana, donde disfrutar de la floración de, entre otras, fresias, orquídeas y hortensias. Además, la colaboración con 25 artistas que ofrecen sus esculturas y obras al recinto hace del parque una galería de arte al aire libre donde también se encuentra una granja escuela, un laberinto y zonas de juego y de descanso con ofertas de restauración.

Para aquellos que se acerquen al jardín Keukenhof, además de recomendar reservar las entradas antes de la visita, resulta interesante asistir a algunos de los eventos que se realizan durante los días de apertura. Exposiciones de gerberas, rosas y orquídeas, fines de semana culturales o desfiles florales aportan otra forma de disfrutar de la floración de la primavera. Sin embargo, no todo se concentra en los jardines, puesto que alrededor del recinto también se puede disfrutar de un paseo en bicicleta por los numerosos caminos que atraviesan los campos de tulipanes o de un recorrido en bote eléctrico mientras se aprende más sobre esta florida región.

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