Anchorage es un reducto de civilización en la inmensa extensión salvaje del mayor estado de Estados Unidos. Más allá de los rascacielos, hay bosques inmensos en los que habitan osos, picos aún por conquistar, glaciares y fiordos que surcan ballenas y orcas.
La ciudad más poblada de Alaska es el mejor punto de partida para descubrir los espacios infinitos de un territorio que evoca historias de exploradores y naturaleza virgen a raudales. En el Rasmuson Center, el Anchorage Museum ofrece una magnífica introducción a la realidad de un estado con una superficie de 1,7 millones de km2, el triple que Francia o España.