Cuando el otoño hace acto de presencia en la costa este de Estados Unidos, un manto de tonos rojizos y ocres cubren por completo el frondoso estado de Vermont, uno de los seis que conforman la región de Nueva Inglaterra, fronteriza con Canadá. Entonces los 14 condados que lo forman se convierten en un destino predilecto para los estadounidenses que consideran que allí se pueden admirar los paisajes de otoño más hermosos del país. Comienza lo que llaman la temporada del leaf peeping (observación de hojas), cuando las arboledas que cubren dos tercios de su territorio (total, 25.000 km2) exhiben un abanico de colores y es época de recolección de bayas. Destacan las hayas, los abedules y muy especialmente los arces azucareros, más llamativos que otras variedades.
Vermont es un lugar idóneo para recorrer a ritmo lento, realizando paradas en rincones pintorescos y disfrutando de los paisajes. Su nombre, «monte verde» en francés, se lo otorgó Samuel de Champlain, el primer europeo en asentarse allí en 1609, cuando el territorio estaba poblado por indios nativos americanos. En la actualidad su sobrenombre sigue la misma inspiración, «el estado de las montañas verdes» por la cadena de las Green Mountains.
La mejor opción para descubrir el territorio es seguir las carreteras secundarias que conectan pueblos y aldeas, y serpentean entre colinas onduladas –el sobrenombre de Vermont es «el estado de las montañas verdes»–, valles salpicados por florestas, lagos y algunos de los 100 famosos puentes cubiertos. Existe también una amplia oferta de senderos que conectan a pie aldeas encantadoras, algunas de ellas con su propia iglesia.
Un lugar inspirador
Los paisajes de Vermont mantienen la antigua esencia rural, y tal vez por ello han sido inspiración para pintores paisajistas, escritores y poetas estadounidenses desde hace dos siglos. Sorprende, de hecho, el gran número de librerías y galerías de arte en muchos de sus pueblos. Los escenarios aparecen salpicados por granjas de madera construidas en el siglo XIX, campos de cereales moteadas con bobinas de heno y pastizales donde pacen ajenas al estrés las vacas y ovejas que proveen los ricos quesos artesanales de esta región, donde también se elabora un famoso sirope de arce.
montpelier, Una capital afrancesada
El norte del estado acoge los paisajes más exuberantes de Nueva Inglaterra. Y precisamente allí se asienta la cautivadora Montpelier, la capital del estado –también de nombre francés–. Con escasos 10.000 habitantes, se trata en realidad de un pueblo encantador que conserva casas coloniales y coronado por la cúpula dorada de la State House, un edificio del siglo XIX. Su centro se reparte entre dos calles paralelas, State Street y Main Street, con librerías, comercios y restaurantes. Y es que Montpellier, como su hermana francesa, también se enorgullece de su oferta gastronómica.
Los pueblos más bonitos de Vermont
Pero en Vermont hay más enclaves atractivos para detenerse o pernoctar en ellos. Grafton es otra pequeña villa ubicada entre las montañas del sur, donde se conservan bonitos edificios de época colonial, además de cafés acogedores y galerías de arte. Woodstock, a orillas del río Ottauquechee que serpentea por el centro, conserva mansiones de estilo federal y georgiano, además de tres puentes cubiertos, Upper Cox, Lower Cox y Northfiels Falls, separados por 400 metros entre sí. Putney es uno de los mayores tesoros de Vermont, una aldea minúscula donde el tiempo parece detenido.
Una Gondola sobre los árboles
También destaca Stowe, pueblo muy popular por su actividad cultural y en invierno por su estación de esquí instalada en el entorno natural del Monte Mansfield. En él se puede tomar el Gondola SkyRide que sube hasta la cima ofreciendo una panorámica espectacular. Brandon, conocida como el Art&Soul Village de Vermont, reúne en su centro 243 edificios catalogados como históricos.Y por último, Bennington, la mayor ciudad del estado poblada por unas 45.000 personas, donde hay que recorrer la Main Street, con tiendas y cafeterías, y el barrio histórico, con varios ejemplos coloniales.
EL DOMINIO ESQUIABLE MÁS LARGO DE LA REGIÓN
Vinculado al tema del esquí también destaca la Killington Ski Area, el mayor dominio esquiable de Nueva Inglaterra. Incluye 7 montañas con pistas, 200 senderos de distinto nivel de dificultad, 5 áreas naturales protegidas, un área de tubing invernal y excursiones en trineo que, en esta época otoñal, discurren entre arboledas tapizadas de tonalidades ocres.
LAS PRINCIPALES EXCURSIONES EN VERMONT
Vermont está dominado por más de 220 montañas, siendo el Mount Mansfield (1340 m) la cima más elevada. También destacan las Green Mountains, con la protección de Parque Natural y famosas por el estallido de color de sus arboledas. En estos lugares se pueden seguir muchas excursiones. De hecho en el estado de Vermont se creó el primer Gran Recorrido (GR) de Estados Unidos, el Long Trail (438 km) que, en algunos de sus tramos, se cruza con el mítico Appalachian Trail, que atraviesa hasta 13 estados estadounidenses. Más sencillas y cortas son las excursiones que llevan a las cascadas Texas Falls, la que bordea el lago Champlain de aguas azules y riberas arboladas, o la ruta panorámica por la carretera VT100, que atraviesa de sur a norte el corazón rural de Vermont.