Situado al oeste de la parte continental de Noruega, la belleza natural y sobrecogedora de Vesterålen es casi como de otro planeta, con una costa abrupta bordeada de impresionantes montañas escarpadas, playas de aguas cristalinas y pronunciados fiordos. La inevitable relación del destino, y de todo el país, con el océano se extiende a la rica cultura e historia de la región, y aunque la industria pesquera no es lo que solía ser, sí ha dejado su huella en el archipiélago, por eso el mar aún juega un papel fundamental en muchos de los aspectos de la vida diaria de los locales. Son aproximadamente 30.000 los residentes que disfrutan de una vida pacífica en este paisaje poco poblado y en constante conjunción con la caprichosa naturaleza. Además de su paisaje es, definitivamente, el carácter acogedor de sus gentes lo que logra que unas vacaciones comunes se transformen en una experiencia de viaje inolvidable.