El patrimonio natural de Panamá supera todas las expectativas: en el país se encuentra más variedad de aves que en toda Europa y Norteamérica juntas, casi un millar de especies, por no hablar de los dos centenares de mamíferos y otro tanto de reptiles y anfibios, con 125 endemismos. Además, los bosques húmedos acogen una infinidad de insectos y especies vegetales, con abundancia de mariposas y orquídeas, que alcanzan una diversidad apabullante. Con más de un tercio del territorio protegido, Panamá tiene 13 parques nacionales, uno internacional, y numerosas reservas naturales que son un paraíso para la observación de fauna y flora.
Una geografía inverosímil
Los extremos terrestres de Panamá son emporios naturales magníficos. En el oeste se prolonga la riqueza biológica de Costa Rica, mientras que en el este se extiende la selva del Darién, tan impenetrable que la carretera Panamericana no logra atravesarla y obliga a embarcar el vehículo si se quiere seguir viaje hasta Colombia.
En la estrecha cinta de tierra que une América del Norte y del Sur, Panamá dibuja de este a oeste una ese tumbada, con Colombia en el levante y Costa Rica a poniente. Al tener el Caribe al norte y el Pacífico al sur, es posible asistir en el mismo día a la salida del sol en aguas caribeñas y al ocaso sobre la pátina azul del Pacífico. Pero también se pueden invertir los términos, ya que es fácil recorrer los escasos 60 km que separan por tierra ambos océanos.