Guadalajara más allá de la lavanda
El Parque Natural del Alto Tajo, con sus múltiples itinerarios entre bosques y arroyos, es el eje de esta ruta con final en Sigüenza y los campos de lavanda de Brihuega. La reserva que protege el curso inicial del río más largo de la Península Ibérica es una lección de escultura acuática, una sinfonía de cañones, hoces y pináculos custodiados por tranquilos pueblos en el corazón de Castilla-La Mancha.
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Como Molina de Aragón, la puerta de entrada al Alto Tajo. Dominada por una fortaleza del siglo XII y la Torre de Aragón, erigida sobre otra de origen musulmán, es uno de los pueblos más singulares de España. Otra parada ineludible es Chequilla y el paisaje de Las Quebradas, que con sus torres y moles de roca rojiza es un escenario fabuloso para el senderismo. Cerca quedan Zaorejas y Peralejos de las Truchas, escenario ambos de la fiesta de los gancheros, el antiguo oficio de transportar troncos por el río.

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Córcega y sus playas turquesa
Localizada a 170 km de la Francia continental y a solo 80 km de la costa italiana, la denominada Isla de Belleza preserva una fuerte identidad y un paisaje montañoso que la diferencian de cualquier otra del Mediterráneo. Ribeteada de calas idílicas, su columna vertebral es una cadena montañosa de características alpinas y que recorre el sendero GR-20, uno de los más exigentes y espectaculares de Europa.
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La ruta alrededor de la isla descubre calas recogidas entre acantilados rojizos, playas con piedras de granito pulido, bosques de castaños, ciudades portuarias de pasado genovés y localidades de montaña que conservan la antigua tradición de los cantos polifónicos y la elaboración de quesos artesanales. Entre sus maravillas naturales destacan la península del Cap Corse, la Reserva de Scandola, el río Spelunca y sus pozas, Las Calancas de Piana y el magnífico parque marítimo del estrecho de Bonifacio.

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Milán para una escapada cosmopolita
La cosmopolita ciudad del norte de Italia reserva sus secretos a quienes se animan a recorrer a fondo sus barrios. El verano es un buen momento para visitarla gracias al clima seco, que permite pasear –sobre todo por la tarde– y disfrutar de los eventos al aire libre que animan la vida cultural de una urbe en continua evolución.
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En este artículo se proponen tres paseos a pie: descubrir el Milán futurista, que empieza en la Estación Central; el paseo desde el Duomo y el Teatro de La Scala hasta Santa Marie delle Grazie, donde se halla el mural de La última cena, de Leonardo da Vinci; y perderse por los barrios del sur, con los animados canales de los Navigli, las calles de Tortona y el museo de arte Mudec.

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Algarve y sus playas atlánticas
Famosa por sus largas playas atlánticas, la región más meridional de Portugal respira la calma y el encanto de una tierra siempre acogedora. La ruta por esta tierra luminosa empieza en la playa de Odeceixe, alcanza el mítico cabo San Vicente y va bordeando la costa sur entre pueblos, marismas y cabos como el de Ría Formosa, hasta la frontera con la provincia de Huelva marcada por el río Guadiana. Algunas de las etapas imprescindibles son: Aljezur, Monchique, Silves, Barrocal, Tavira y Castro Marim.
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Montañas Rocosas de Canadá
El viaje desde Calgary encadena una serie de reservas naturales a cual más espectacular, un escenario de montañas, lagos y cascadas que empieza a las mismas puertas de la ciudad de Calgary. Son cuatro parques nacionales, Kootenay, Yoho, Banff y Jasper, y tres parques provinciales, Hamber, Monte Assiniboine y Monte Robson. Siete piedras preciosas que forman el conjunto de Parques de las Montañas Rocosas Canadienses, declarado Patrimonio de la Humanidad. La ruta se detiene también en Lake Louise, uno de los enclaves pioneros del turismo en la zona, y en el Columbia Icefield Center, un centro interpretativo de los glaciares desde el que se organizan excursiones por el glaciar Athabasca.

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Kenia y su patrimonio animal
Las infinitas llanuras de Masai Mara son el broche final a este safari por reservas naturales de paisajes muy distintos. El primer contacto con la gran fauna africana se tiene en el Parque Nacional Nairobi, al poco de dejar atrás la capital keniata. La emoción aumenta al tomar rumbo norte hacia el parque Samburu, hogar de especies de cebras y de jirafas únicas, además de elefantes y grandes felinos. Antes, sin embargo, se pasa por la reserva del monte Kenia, la máxima cumbre del país, objetivo de numerosos senderistas que se animan a realizar el trekking de entre 3 y 6 días.
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El parque de Hell’s Gate, donde es posible realizar rutas a pie o en bicicleta, y el lago Navaisha, un paraíso para observar aves, ofrecen un colorido contraste a las inmensas llanuras de la reserva de Masai Mara. En este safari se alcanza también el lago Nakuru, cuyas aguas salinas atraen a grandiosas colonias de flamencos, además de rinocerontes y búfalos. El final perfecto es el parque Amboseli por sus numerosas manadas de elefantes y las panorámicas del monte Kilimanjaro.

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El Empordanet y sus calas secretas
La comarca gerundense del Empordà guarda sus tesoros más preciados entre Torroella de Montgrí y Palamós, un tramo que abarca desde campos labrados y pueblos medievales de interior hasta calas secretas bordeadas de pinos.
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Bretaña de ensueño
El golfo de Morbihan es como un pequeño mar con múltiples atractivos: 42 islas, marismas pobladas por centenares de aves, castillos con más de cinco siglos de historia y el inmenso yacimiento de Carnac, con hileras de hasta cuatro mil menhires.