El clásico paisaje escocés donde la bruma flota indolente sobre un lago en calma rodeado por un valle tapizado por un manto de color verde intenso no sería lo mismo sin un elemento más: el castillo. No en vano, a lo largo y ancho de sus fronteras están documentados alrededor de nada menos que 3.000 castillos. Resulta casi imposible hacer una selección de los mejores, pero quizás estos diez son algunos de los más representativos.