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Vídeo: Dublín de 9h a 21h

Doce horas en la capital irlandesa permiten conocer sus principales monumentos, empaparse de la historia del país y disfrutar de sus pubs.

El castillo de Dublín y sus dos catedrales, San Patricio y la Santísima Trinidad, atraen todas las miradas de los viajeros que llegan a la capital irlandesa para conocer la magia de sus barrios y de sus edificios históricos, así como la icónica cerveza Guinness. Otros lo hacen por el amplio abanico de restaurantes donde disfrutar de la gastronomía irlandesa y de sus distintos pubs en el popular barrio Temple Bar.

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Vídeo: Dublín de 9h a 21h

Distanciadas apenas por unas calles, las dos catedrales de la ciudad permiten conocer parte de la historia del país y la convivencia entre los católicos y protestantes a lo largo de los años. La catedral de Saint Patrick nació en el siglo V como una humilde iglesia de madera. Años más tarde, en 1191, fue reconstruida en piedra y con el paso del tiempo se convirtió en una iglesia de estilo gótico. La otra catedral, la Santísima Trinidad popularmente conocida como Christ Church, es una obra arquitectónica del siglo XI, icónica por su nave central de grandes dimensiones y su cripta, la mayor del país.

Catedral de San Patricio
Foto: iStock

Muy cerca de este edificio se encuentra el Castillo de Dublín, una fortificación de origen vikingo que fue sede del gobierno británico hasta la independencia del país en 1922.

Después de la visita a las dos catedrales y el castillo de Dublín, el Trinity College es una parada obligada por su importancia arquitectónica e histórica. Esta icónica universidad, ubicada en College Green, fue fundada en 1592 por la Reina Isabel I y destaca por ser el lugar donde estudiaron importantes escritores como George Bernard Shaw y Samuel Beckett. Tras cruzar el jardín del interior del recinto, se ubica la Biblioteca Antigua, una de las más bellas del mundo con más de 200.000 manuscritos.

Dublín
Foto: iStock

En el centro de la urbe se encuentra uno de sus principales pulmones verdes: St Stephen's Green. El tranquilo parque junto a un bello lago es una buena excusa para hacer un break y disfrutar de la naturaleza dando un paseo. Tras el respiro es hora de visitar el museo y fábrica de la popular cerveza Guiness, donde conocer su historia y degustar la cerveza más famosa de Irlanda. Para acabar el día, los Docklands permiten dar un paseo mientas se contempla el singular puente Samuel Beckett diseñado por Santiago Calatrava.

Como dice el dicho donde fueres, haz lo que vieres en una visita irlandesa hay que saborear el tradicional Boxty o coddle, elaborado con salchichas de carne de cerdo cocida y disfrutar de la icónica zona de Temple Bar, la más animada de la ciudad.