La actual Kioto, una ciudad moderna de 1,4 millones de habitantes, debe su esplendor a los nueve siglos en los que fue capital imperial (desde 794 hasta 1868). También al shogunato o era Edo (1604-1868), cuando se trasladó a Edo (la actual Tokio) el poder político y militar del país en un intento de aislar Japón de todo lo que venía de Occidente. Apartada de estas influencias, Kioto se llenó de arquitectos, pintores, poetas, músicos y artesanos. Hoy, la conocida como capital cultural del país, alberga más de un millar de templos y santuarios. Estos seis son solo un ejemplo de todo el esplendor de Kioto.