La mezquita de Córdoba es uno de los edificios más relevantes del arte omeya hispanomusulmán y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, a la que se le sumó el casco histórico diez años después. La Sala de la Oración, la Puerta de los Deanes, el Patio de los Naranjos o la Puerta de las Palmas son sólo algunos de los secretos que esconde esta construcción religiosa que fue erigida con las manos de famosos artesanos y alarifes venidos de lugares tan lejanos como Estambul. Sus 856 columnas de mármol son sólo una antesala de la transformación de la mezquita en catedral, una obra que ordenó Carlos V, quien mandó incrustar ese templo cristiano consagrado a la Asunción de Nuestra Señora.