Año tras año, miles de personas se desplazan hasta Wiltshire para celebrar la noche más larga del año y dar la bienvenida al invierno la madrugada del 22 de diciembre, durante el solsticio de invierno.
El día más corto y la noche más larga del año se celebran de forma especial en este lugar de Salisbury, donde se encuentra uno de los lugares más misteriosos del planeta. Durante el solsticio de verano, si uno se detiene en el centro del círculo de piedras, el sol sale justo a la izquierda de la Piedra del Talón, una piedra periférica ubicada al noreste del monumento. Aunque todavía hoy no se ha podido establecer con seguridad el propósito de esta construcción que los arqueólogos sitúan entre el Neolítico y la Edad de Bronce, se sabe que tiene una relación directa con los solsticios y su observación, ya que el recorrido del sol coincide con la orientación de los enormes bloques de piedra.
Se estima que se empezó a levantar hace 5.000 años y que su construcción se desarrolló durante alrededor de 1.600 años, lo que equivale a unas ochenta generaciones. Durante todo este tiempo, los monolitos prehistóricos fueron construidos, modificados y venerados, y muchas de las investigaciones se centran en estudiar la relación del monumento con el contexto social de cada momento, así como a responder preguntas como: ¿cómo se trajeron las piedras a la llanura de Salisbury desde distintas partes de Gran Bretaña? o ¿cómo fueron capaces de levantarlas hace 4.500 años, aproximadamente el mismo momento en el que también se erigió la Gran Pirámide de Giza?
Exposiciones como The World of Stonehenge, que tuvo lugar en el British Museum, tratan de dar respuesta a todos estos enigmas, concluyendo, por ejemplo, que la distancia que recorrieron los materiales hasta llegar a Salisbury, especialmente los megalitos que se conocen como piedras azules, es una de las características que convierten Stonehenge en un monumento excepcional.
En sus primeros años, el monumento servía de cementerio de incineración, pero medio siglo después sufrió una importante transformación: las piedras azules se reorganizaron y los grandes sarsens se trasladaron, colocando las piedras en el conjunto central de montantes y dinteles que conocemos en la actualidad. A partir de entonces, el monumento se alineó con el sol en una expresión que responde a ideas religiosas y simbólicas durante los solsticios de verano e invierno.
El solsticio de invierno en Stonehenge
El amanecer del viernes 22 de diciembre se celebrará el solsticio de invierno en Stonehenge y esto atraerá miles de personas a este místico rincón de Wiltshire gracias a English Heritage, la entidad encargada de la gestión del monumento, que ofrece acceso libre y gratuito a este lugar de culto prehistórico. Aunque en la actualidad el solsticio de verano atrae a más gente que el del invierno, investigaciones más recientes concluyen que, probablemente, el solsticio de invierno fue más importante, ya que las excavaciones en Durrington Walls -situado a unos tres kilómetros del monumento- sugieren que se celebraron grandes fiestas en esta época del año.
Quienes quieran acudir al monumento, pueden hacerlo a partir de las 07:45 a. m. ("o cuando haya suficiente luz para ingresar con seguridad", tal como especifican en la web de English Heritage) del viernes 22 de diciembre de 2023 hasta las 10:00 a. m. El aparcamiento de Stonehenge abrirá a las 5:15 a.m. Todos los vehículos deberán abandonar los aparcamientos antes de las 11:00 horas. Se aplican cargos de estacionamiento.
English Heritage recomienda acudir hasta el lugar en transporte público. En tren se llega desde la estación de Salisbury vía Amesbury, conectados con líneas reculares desde Londres, Bristol/Bath y Southampton. Se ha establecido el servicio especial Solstice de Salisbury Reds, que va desde la estación de tren de Salisbury y la parada U de New Canal hasta un punto de bajada en el Centro de Visitantes de Stonehenge.
Desde English Heritage alertan de la necesidad de respetar las condiciones de entrada para garantizar la seguridad de Stonehenge y los monumentos que lo rodean. Según informan desde su página web: "Stonehenge es un monumento histórico de renombre mundial y forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Muchos de los asistentes lo consideran un lugar sagrado. Le rogamos que lo respete y que respete a los demás".
Para ello, se establecen una serie de prohibiciones, como la música amplificada, las drogas y el alcohol, el acceso a perros u otros animales a excepción de perros guía, las bolsas grandes, el uso de vidrio, los folletos, encender artefactos con fuego, la acampada tanto en Stonehenge como en el aparcamiento y en los terrenos circundantes del National Trust y la entrada a los menores de 16 años no acompañados, así como el sobrevuelo de drones y aviones teledirigidos, que es exclusiva para English Heritage ya que se retransmite el solsticio en directo.