Amanecer en la capital coreana es hacerlo en muchas ciudades a la vez. Por un lado, la Seúl imperial da los buenos días entre inmensos palacios y jardines capaces de trasladar al siglo XV, igual que las coquetas e históricas casas de Bukchon Hanok Village. Por otro lado, la Seúl cosmopolita se abre paso entre los rascacielos de Gangnam, epicentro financiero y de la vida nocturna de la ciudad, y las calles de Myeong-dong, zona comercial reconocida por vender cosmética coreana. Al visitar Seúl, tampoco hay que dejar de observar la capital a vista de pájaro desde la N Seoul Tower ni de andentrarse en sus entrañas mientras se viaja en metro. De día y de noche, mercados como el inmenso Namdaemun Market y los restaurantes y puestos de comida callejera ofrecen recetas tradicionales donde degustar las típicas barbacoas coreanas acompañadas de kimchi y de su bebida estrella: el Soju.