Todo queda cerca en la amable Aarhus, una ciudad rodeada de bosques y zonas de paseo como el Jardín Botánico y el Parque Tívoli, y abierta a la inmensa bahía de la península de Jutlandia. Frente a ella sobresale el rompedor edificio Dokk1, escenario de algunos de los más de 350 eventos artísticos y gastronómicos que se han preparado para acoger la capitalidad cultural de Europa.
Los vikingos fundaron el primer asentamiento hacia el año 700, justo en el lugar donde ahora se localiza el recién renovado Museo Vikingo. Se trata, pues, de una de las ciudades más antiguas de Escandinavia, aunque hoy vive al ritmo vibrante que marcan los estudiantes de su Universidad, establecida en 1928.
Para revivir la época medieval de Aarhus hay que acercarse al Den Gamle By, un museo al aire libre con edificios de diversos lugares, mientras que en el Barrio Latino bulle el presente, con calles llenas de cafés y tiendas de diseño danés.
En el centro histórico sobresalen la Catedral, la mayor de Dinamarca, el Ayuntamiento Viejo, con uno de los pocos museos de la Mujer del mundo, y el Ayuntamiento Nuevo, obra de Arne Jacobsen de 1940 y ejemplo del funcionalismo nórdico.
Entre su docena de museos son imprescindibles el ARoS de arte moderno, coronado por una pasarela con vistas de 360º, y el MoMu, un innovador edificio donde se muestra el pasado local desde la prehistoria.
Fotografías: Fototeca 9x12; Age Fotostock: AP Images