Costa Rica cautiva por sus playas orladas de vegetación tropical, que la ciñen por el este (Mar Caribe) y por el oeste (Océano Pacífico). Pero otro de sus mejores destinos son los imponentes volcanes que vertebran su lomo central.
Cinco de ellos están activos, y gracias a las nubes que se arremolinan en sus laderas y a las cenizas que expulsan contribuyen a mantener la fertilidad de la tierra y los magníficos bosques de montaña que cubren el país.