Se dejan las cholas -ni chanclas, ni chancletas- a un lado y se camina hasta el mar. Se siente el calor bajo los pies descalzos, un calor que recuerda que esta es una isla de arenas volcánicas, una de las afortunadas del archipiélago canario. El litoral chicharrero es un universo playero que hay que conocer despacito. El Teide parte en dos la isla de Tenerife y si el norte destaca por sus playas de arena negra de origen volcánico, en las que es habitual el oleaje tanto como los paisajes espectaculares, el sur lo hace por el dorado de la arena y los desarrollos urbanísticos. Se sea más de norte o de sur, estas son las mejores playas de Tenerife.
PLAYA DE BENIJO
Las montañas de Anaga se precipitan hacia el mar, salpicadas por bosques de laurisilva como si fueran la piel de un antiguo animal mitológico. Entre sus pliegues da cobijo a calas y playas salvajes, como la playa de Benijo. A pesar de ser uno de los arenales más emblemáticos de la isla, se puede sentir la soledad del paraje. A ello contribuye su arena negra, el entorno salvaje y la fuerza de sus corrientes, que cubren de espuma blanca toda la orilla. Nadie puede sustraerse a la belleza lunar, sobre todo al atardecer, tan sublime que alguien debería plantearse declararlo Patrimonio de la Humanidad.
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EL MÉDANO
Situada a los pies de Montaña Roja, concentra todo lo bueno de lo natural y de lo urbano. Un paseo costero a lo largo de los dos kilómetro del litoral comunica la zona más próxima al pueblo, de ambiente familiar y con todas las comodidades (hamacas, sombrillas, restaurantes e infraestructuras que facilitan la accesibilidad), con la zona más activa, donde el viento es bienvenido y atrae a aficionados al windsurf y kitesurf. De hecho, esta playa suele ser el escenario de varios campeonatos internacionales.

PLAYA DE LAS TERESITAS
Nada más ver el llamativo contraste entre la arena dorada de la playa y los colores ocres y ásperos del entorno se comprende que no es normal, que alguna intervención ha sucedido en el paisaje. Efectivamente, la playa más conocida y turística de la ciudad de Santa Cruz luce arena del Sahara traída hasta aquí en los años 60. La playa es una bella media luna perfecta, con sus palmeras como puntos suspensivos en la arena, las embarcaciones y los quioscos donde comerse una buena tapa de papas arrugadas. El mar, abrigado por un espigón, parece una piscina de lo calmo que se muestra.

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PLAYA EL BOLLULLO
Entre el Puerto de la Cruz y Santa Úrsula, la zona conocida como El Rincón aparece como una gran extensión de plantaciones de plataneras. Un paisaje que vio la escritora Agatha Christie a su paso por la isla. A pesar de su proximidad a zonas turísticas, el lugar se ha librado de los envistes constructivos gracias al movimiento popular “Salvar el Rincón” que logró que se reconociera el lugar como el primer espacio agrario de España que tiene una ley propia para su protección desde 1992. Ubicada en el municipio de La Orotava, esta pequeña playa a los pies del Teide y de arenas negras es una de las menos conocidas de la isla.

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Las Gaviotas
Enclavada al pie del macizo Anaga, muy cerca de la playa de Las Teresitas y, sin embargo, lejos de las masificaciones de esta última. Le faltará fama, pero no belleza. En la localidad de San Andrés, a muy pocos kilómetros de la capital de la isla, esta es una belleza de arenas volcánicas rodeada por espectaculares acantilados que le dotan de un aspecto salvaje. Paz y calma que invitan a disfrutar de la naturaleza a pelo, solo con las cholas en la mano.

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PLAYA DE LA TEJITA
Ubicada en el sur de la isla, la Playa de La Tejita acaricia la Montaña Roja por su cara Oeste. Se trata de lo que queda de un cono volcánico que se eleva más de 170 metros sobre la arena. Destella con un color rojo que da al arenal un carácter único, casi marciano. La Tejita, con su orilla subrayada por la espuma de las olas, tiene una zona nudista y de ambiente gay. Esta es la playa de arena natural más grande de Tenerife. A pesar de que lo raro es que no haya viento, ostenta con orgullo la Bandera Azul.

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PLAYA EL SOCORRO
Es muy popular entre los surfistas del norte de Tenerife y, sin embargo, dispone de todas las comodidades de una playa urbana. Situada en el municipio de Los Realejos, en su horizonte ondea la Bandera Azul, por lo que atrae a muchos tipos de bañistas y no solo a los locos de las olas. Como precaución, hay que mirar bien dónde se planta la toalla: la arena está salpicada de callados lisos, sedimentados por la naturaleza.