Mientras la España peninsular da sus primeros pasos en la fase 0 de la desescalada, Formentera, la Gomera, el Hierro y la Graciosa se adentran directamente en la fase 1 de la tan esperada nueva normalidad. La razón: el impacto del coronavirus ha sido muy leve en estos cuatro destinos isleños y están libres de contagios desde hace varias semanas.
Tanto es así que estas islas están en disposición de flexibilizar algunas de las restricciones que aún se aplican en el conjunto del territorio nacional. Sin olvidar lo aprendido ya que, según apunta Alejandra Ferrer, presidenta del Consell de Formentera, esta paulatina recuperación de la vida cotidiana y de la actividad económica requiere "una mayor responsabilidad individual y colectiva porque la crisis sanitaria aún no ha acabado".
¿Qué supone entrar en la fase 1 y cómo afecta al turismo? En líneas generales, esta nueva etapa permite un mayor contacto social, una mayor movilidad, la reapertura del comercio minorista sin cita previa, y algo soñado por muchos: ¡vuelven las terrazas!
Así es. Los formenteranos y los afortunados canarios de La Gomera, El Hierro y La Graciosa son, hoy por hoy, la envidia nacional. Algo normal teniendo en cuenta que son los primeros que han podido recuperar un espacio tan anhelado como son las terrazas. Eso sí, con limitaciones. Solo en grupos de un máximo de diez personas y en establecimientos de hostelería y restauración que reduzcan al 50% su capacidad. Estos locales, además, deben mantener una distancia mínima de dos metros entre las mesas y observar estrictas medidas de higiene y prevención. Entre ellas, limpiar a conciencia tras cada servicio, poner a disposición del público dispensadores de geles hidroalcohólicos y sustituir, en la medida de lo posible, las cartas físicas por dispositivos electrónicos.
La cara B de esta nueva etapa, en cuanto al turismo se refiere, es que esta desescalada insular se está produciendo con los hoteles aún cerrados. Un estupendo desayuno en la terraza de la habitación, una sesión de spa, un cóctel al borde de la piscina... Todas estas placenteras experiencias tendrán que esperar porque, de momento, el sector hostelero no se plantea reabrir sus establecimientos con solo un tercio de la ocupación, sin la llegada de vuelos y sin unas directrices homogéneas. O, dicho de otro modo, si no vuelve el turismo, no hay futuro.
Entonces... ¿cuándo se podrá empezar a viajar de verdad? Aunque esta pregunta, que está en la mente de todos sigue siendo una incógnita ya que dependerá de los requisitos sanitarios y de la evolución de la pandemia, parece que el final del túnel está cada vez más cerca. Y es que como apunta Visit Formentera vía Twitter:"No todo está cancelado. El sol no está cancelado. La primavera no está cancelada. Ni la brisa, ni la esperanza". Y mucho menos las ganas de libertad, algo implícito en cada viaje. Lo dicho: el proceso de transición hacia la nueva normalidad turística está en marcha y así se vive en estos cuatro privilegiados destinos.