Atenas

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Museo de la Acrópolis de Atenas

Frente al Partenón de Atenas se erigía el Erecteión, el templo más sagrado de la sagrada Acrópolis. Lo más bello del edificio son las cariátides, las columnas con forma de cuerpos femeninos que sustentaban el pórtico sur. Pero para ver las originales hay que ir al Museo de la Acrópolis, a los pies de la colina. No podía ser de otro modo: este es uno de los museos arqueológicos más importantes del mundo. El nuevo edificio (14.000 metros cuadrados de exposición) fue inaugurado relativamente hace poco en 2009. Está construido en acero, cristal y cemento. La última planta fue construida con un giro de 23º con relación a la base del edificio para que quedar orientada a la Acrópolis como un asombroso mirador.  

Foto: Turismo de Atenas

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Atenas como Capital Mundial del libro

La cuna de la cultura mediterránea recibió la nominación de "Capital Mundial del Libro" con inmensa alegría. Toda ayuda es bienvenida para salir de la crisis económica que golpeó con dureza a Grecia. La UNESCO reconoce con este título anual a una ciudad que destaque especialmente por su cultura libresca. Este año destacaron la riqueza del programa de actividades en torno a la lectura y a la escritura, con conciertos, exposiciones temáticas, recitales de poesía y talleres para los profesionales de la industria del libro, que presentó Atenas, y del que podrán disfrutar todos.

Foto: Gtres

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Un reloj para dioses en Atenas

La Torre de los Vientos está en el centro de Atenas. A esta torre de 12 metros de altura y casi 8 metros de diámetro, también se la conoce como El Reloj de Andrónico, y, efectivamente, nos encontramos ante un asombroso reloj de agua que fue proyectado en el siglo I a.C. Debió ser todo un acontecimiento de la época, porque, por sus dimensiones, se puede contemplar desde diferentes lugares del Ágora romana de Atenas.

Foto: YANNIS SKOULAS, Greek National Tourism Organisation

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Desde lo alto de la colina sagrada

En la cima del monte sagrado, la Acrópolis contempla el paso de los siglos sobre la ciudad de Atenas. En ella se reúnen los símbolos de la época de mayor esplendor de la Grecia antigua, el siglo V a.C., todos construidos en un mármol reluciente que el tiempo y las numerosas vicisitudes han transformado en uno de los vestigios antiguos más admirados del planeta. 

Foto: YANNIS SKOULAS, Greek National Tourism Organisation

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La originalidad del Erecteion

Construido entre el año 421 y el 406 a.C, el Erecteion es uno de los edificios más originales de la Grecia clásica. Debido a que las irregularidades del terreno del monte sagrado no podían anivelarse, el arquitecto construyó un templo único cuyas naves y pórticos quedan a diferentes alturas unas de otras. En el lugar del templo se encontraban las tumbas de Cécrope y Erecteo, míticos reyes griegos, y los regalos que Poseidón y Atenea habían ofrecido a los atenienses durante la lucha por la posesión de la ciudad: un pozo de agua salada y un olivo respectivamente.

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Columnata de las Cariátides

En la parte sur del templo se puede contemplar el majestuoso pórtico de las cariátides, que además ofrece una instantánea única sobre la gran extensión urbana de Atenas. La leyenda dice que, puesto que los gobernantes de la ciudad de Karys dieron su apoyo a los persas durante las Guerras Médicas, los atenienses apresaron y esclavizaron a sus bellas mujeres. Como mensaje para futuros enemigos, las colocaron como columnas soportando eternamente el peso del templo sobre sus cabezas. 

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El Partenón de Atenas

La impresionante estructura del mayor edificio de la Acrópolis está formada por dos cuerpos, la naos y el opistódomos, algo inédito en la época, que reposan sobre una plataforma llamada estilobato. En la naos había un espacio destinado a albergar una enorme estatua de la diosa Atenea esculpida por Fidias en oro y mármol. Una de las partes más interesantes del templo es la fachada, en cuya parte superior se hallan los frisos. Estos representaban las Panateneas –una procesión anual para llevar ofrendas a los dioses– los frontones narraban escenas de la vida de Atenea y en en el resto de los frisos aparecía la historia de diferentes guerras, entre ellas la de Troya. 

Foto: YANNIS SKOULAS, Greek National Tourism Organisation

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El emblema de la democracia griega

Se trata de un templo octástilo (ocho columnas al frente) y períptero (rodeado de columnas) construido bajo la supervisión de Fidias por los arquitectos Calícrates e Ictinos. Dedicado a la diosa Atenea, protectora de la ciudad, se considera el templo más importante de estilo dórico que se conserva actualmente y un símbolo de la Grecia clásica y de su sistema democrático. Fue construido como una ofrenda –eximiéndolo de su función de culto– bajo el gobierno de Pericles, quien otorgó a todos los edificios un carácter público. 

Foto: YANNIS SKOULAS, Greek National Tourism Organisation

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Una entrada solemne

El arquitecto Mnesicles terminó la monumental entrada de los propileos en el año 432 a.C. y fueron durante mucho tiempo la única vía de acceso por la que se podía alcanzar el recinto sagrado de la Acrópolis. El aspecto que presentaban era el de un templo hexástilo (de seis columnas en la fachada) de estilo dórico con una separación en medio por donde pasa el camino de entrada. 

Foto: YANNIS SKOULAS, Greek National Tourism Organisation

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Los Propileos

La función de los Propileos era acompañar y guiar al visitante hasta la puerta de la ciudad de los dioses. Además, debido al desnivel que producía la altura del monte, esta construcción también servía para facilitar la subida, algo que el arquitecto Mnesicles consiguió domando las irregularidades topográficas mediante diferentes niveles y escalones. 

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El templo de Atenea Niké

El geógrafo griego Pausanias describió este pequeño edificio clásico construido en el año 421 a.C. como el templo de la Victoria áptera o sin alas. Está dedicado a la diosa Atenea y conmemora la batalla de Salamina en la que los griegos vencieron a los persas bajo el influjo de la diosa, en este caso representada sin alas para que nunca pudiera abandonar la ciudad.

Foto: YANNIS SKOULAS, Greek National Tourism Organisation

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Un templo para la victoria

Calícrates fue el arquitecto encargado del proyecto quien, junto con Ictino, diseñó un templo de pequeñas dimensiones acorde con el espacio que se le había otorgado en uno de los promontorios de los propileos. De orden jónico y planta tetrástila (cuatro columnas en la fachada principal), el friso de este edificio representa escenas de las Guerras Médicas, el acontecimiento que conmemoraba.

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El Odeón de Herodes Ático

En la ladera sur de la colina de la Acrópolis, el cónsul romano Herodes Ático construyó, durante el siglo II d. C., este Odeón. Dicho edificio se usaba tanto en Grecia como en Roma para representaciones de tipo musical, teatral o lírico. Tiene una estructura muy parecida a la de un teatro romano, con la diferencia de que los odeones solían estar cubiertos. En sus gradas podía albergar hasta 5.000 espectadores y todavía hoy en verano se celebran conciertos al aire libre.

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Vista aérea de la Acrópolis

Durante los inicios del siglo V a.C., después de vencer a los persas en Marathon y de sufrir y repeler un nuevo ataque por su parte, los atenienses empezaron a construir algunos de los templos, ahora protegidos por la recién construida muralla de Temístocles (en la parte izquierda superior de la imagen). Durante la segunda mitad del siglo V a.C. se construyeron los principales templos que hoy en día siguen en pie: el Partenón, el Erecteion, Atenea Niké y los Propileos. En la esquina inferior derecha se halla el Odeón de Herodes Ático, y en la superior izquierda los restos del teatro de Dionisos, que acogía obras de Sócrates, Esquilo y Eurípides.

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La cuna de la democracia

Desde el monte Licabeto se divisa el Partenón iluminado, la gran ciudad y, a lo lejos, la silueta de la isla Egina.

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Más que un centro cultural

El Centro Cultural de la Fundación Niarchos incluye la Ópera Nacional de Atenas y la Biblioteca Nacional de Grecia. 

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Templo de Hefestón

Del año 440 a.C., es el mejor conservado del ágora, centro de la vida social, religiosa y política de la Atenas Clásica.

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El gran bazar ateniense

La atmósfera oriental que envuelve el Mercado Central y el dédalo de calles que lo rodean, en pleno casco antiguo de Atenas, cautivan de inmediato. Hasta 150 puestos de marisco y pescado fresco, 100 carnicerías y 80 que venden frutas y verduras se reparten el edificio del mercado, una construcción de 1875 con techo de vidrio y grandes arcos. Perderse en su interior y orientarse solo por las voces de los vendedores y los olores supone un reto de lo más estimulante.

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Más allá del mercado

Una vez fuera, la sensación de hallarse en un bazar turco o egipcio se intensifica. En la calle Evripídou, las tiendas de especias, frutos secos, queso feta, aceitunas y ouzo seducen con sus cientos de variedades; y al girar la esquina, los orfebres llaman la atención del cliente con sus creaciones de cobre, plata y latón. La mejor manera de llegar a él es desde la plaza Omonia por la calle Athinas. 

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legado romano y turco

El emperador Adriano rodeó el ágora de columnas y porches para las mercancías. A la derecha se ve la mezquita de Fethiye, construida por los turcos en el siglo XV.

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Monastiraki

La iglesia Pantanassa (siglo X) formaba parte del monasterio que da nombre al barrio situado entre la Acrópolis y el ágora romana.

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Odeón de Herodes Ático

Fue construido por el cónsul romano en el siglo II d.C. al pie de la Acrópolis. Tenía muros revestidos de mármol, asientos para 5.000 espectadores, suelo de mosaicos y techo de madera.

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Plaka

El camino hacia la Acrópolis discurre por calles encantadoras, con tabernas típicas, iglesias y edificios de la época otomana.

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Al pie del monte de los dioses

Los barrios de Plaka y Monastiraki reúnen una gran actividad comercial. Son las zonas pobladas más antiguas de la ciudad.

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Un tesoro dispuesto para ser admirado

Atenas es una de las ciudades más generosas a la hora de compartir su patrimonio arqueológico con el público. No solo porque es posible contemplar templos en el mismo lugar donde fueron erigidos hace más de dos mil años, sino porque posee los dos museos de arte clásico más interesantes del planeta: el Museo Arqueológico Nacional y el Museo de la Acrópolis. El Arqueológico Nacional exhibe por orden cronológico objetos hallados en Grecia, objetos de la Edad de Bronce, escultura helenística y piezas halladas en Micenas. El Museo de la Acrópolis se ha convertido en una visita indispensable. Casi en la entrada, un suelo de vidrio muestra los restos de un sector de la ciudad antigua de Atenas. Conserva numerosas esculturas y piezas de los edificios de la Acrópolis, como son los Propileos, el templo de Atenea Niké, el Erecteion y el Partenón, además de la Sala de las Cariátides.

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Cabo Sunión

El templo de Poseidón recuerda la importancia de este enclave para los antiguos griegos.

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Mapa del centro de la ciudad de Atenas

De cara al mar Egeo, la capital griega se halla en la costa suroeste de la península de Ática.

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Atenas, Grecia

Considerada como una de las ciudades habitadas actualmente más antiguas del mundo, Atenas tuvo su época de máximo esplendor en la Grecia Clásica. De ella salieron las bases de la democracia y, gracias a contar con algunos de los filósofos e intelectuales más importantes de la historia, durante los siglos V a.C. y II a.C. fue uno de los núcleos culturales más ricos del Mediterráneo. La historia de Atenas se entremezcla con su mitología, aunque según los historiadores sus primeros habitantes eran jonios y se tiene constancia de que ya estaba ocupada desde el undécimo siglo antes de Cristo. Según la leyenda, la ciudad fue fundada por Cécrope, hijo de la Madre Tierra, mitad humano y mitad serpiente.

Su época más reseñable fue durante el mandato de Pericles, en el siglo V a. C.. En este periodo se levantaron algunos de los templos más importantes de la Acrópolis de Atenas como el de Atenea Niké, el Erecteión o el Partenón, algunos de los principales reclamos turísticos de la ciudad que sufrieron grandes desperfectos a lo largo de la convulsa historia de la ciudad. Otras guerras como la del Peloponeso, contra Esparta, hicieron que el poder de Atenas se debilitase hasta que en la época helenística recuperó parte de su esplendor.

 

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Acrópolis de Atenas (Grecia)

Las temperaturas suaves de  los meses de abril, mayo y junio son ideales para descubrir la capital griega y, en especial, para visitar la Acrópolis de Atenas a cualquier hora del día. Durante esos meses, además, resulta más fácil acceder a los museos principales y pasear con calma por los vibrantes barrios de Plaka y Monastiriki.

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Acrópolis

Desde la colina vecina se tiene una imponente vista de la Acrópolis, lugar defensivo y de culto, y literalmente "ciudad alta" (156 m).

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Partenón

El mayor templo de su época (siglo V a.C.) es también el monumento que mejor encarna la gloria que vivió la Grecia clásica.

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Partenón

Los dioses Poseidón y Apolo en el friso de las Panateneas (v a.C.). Este bajorrelieve de 160 metros de largo rodeaba el frontal del Partenón.

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Museo de la Acrópolis

El moderno edificio guarda tesoros de 2.500 años.

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Erecteión

Las sinuosas columnas del porche de las Cariátides.

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Odeón de Herodes Ático

Este teatro, en su origen cubierto, lo mandó construir en el siglo II el acaudalado romano que le da nombre.