Toulouse
La ciudad más canalla de Francia y, a su vez, la más civilizada de España


Hace 20 años los turistas no llegaban hasta la capital de Occitania. Y no es porque no fuera bonita, simplemente es que no se lo tenía muy creído. Sin embargo, en los últimos años, el empuje de la aeronáutica y un ambicioso plan urbanístico han permitido transformar esta urbe en un destino apasionante gracias a su relación con el cielo y a su potente gastronomía. En su casco histórico, solo el Garona y la plaza del Capitolio ponen orden entre callejuelas retorcidas y laberínticas. En este distrito, sorprenden las iglesias de Saint-Sernin y el convento de los Jacobinos así como la Fundación Bemberg, un interesante museo de arte.
La conquista del espacio ha marcado la historia reciente de la ciudad. De hecho, aquí se encuentra Aeroscopia, el museo en el que Airbus muestra sus modelos más icónicos y destacados. También en las afueras se halla la Cité de l’Espace, un complejo dedicado a la divulgación de lo que hay más allá de la estratosfera ideal para todo tipo de públicos. Además, la recientemente renovada pista de los gigantes acoge desde hace poco un museo dedicado a los aviadores pioneros de la compañía Aéropostale mientras que, a su lado, un enorme minotauro camina poderoso desde la mágica Halle des Machines.