Toulouse

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Foto: Cité de l'Espace

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Por la oportunidad de ser astronautas por un día

La increíble Cité de l'Espace es un imprescindible de la ciudad. Se trata de un parque temático (y también divulgativo) sobre el espacio muy interactivo y didáctico. Aquí se puede embarcar en la Soyuz, la legendaria cápsula espacial rusa, entrar en la réplica exacta de la mítica estación espacial MIR que, durante 15 años giró a 28.000 km/h alrededor de la Tierra con astronautas a bordo, tocar el famoso cohete Ariane 5 de 53 metros de altura, o también contemplar un trozo de luna. Y los adolescentes que quieren verse como unos auténticos astronautas pueden probar el Misiones Apollo, un simulador que les hace sentir seis veces más ligero que sobre la tierra, entre otras actividades. La entrada incluye las exposiciones permanentes y temporales, el cine Imax y el planetario. 

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Por el Canal Du Midi y sus decenas de opciones.

Merece la pena acercarse al famoso Canal du Midi, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997, por ser un  espacio perfecto para disfrutar de la naturaleza en plena ciudad. ¿Cómo? Alquilando un barco para recorrer sus esclusas, montando en bicicleta por el carril bici que se extiende paralelo a su ribera o, incluso, siguiendo su cauce en coche hasta el Mediterráneo. Eso sí, antes de optar por esto último, merece la pena seguir disfrutando de la ciudad. 

 

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Por su palmera dentro de un convento

Visitar una iglesia y viajar con adolescentes no es un suicidio. Y es que la capilla del convento de St. Jacobins, además de ser una obra maestra del gótico meridional hecha en ladrillo y de apariencia militar, es una construcción disruptiva que sorprende por los colores cálidos de su interior. El punto divertido es retarles a que busquen la palmera y que digan cuantas "ramas" tiene (la solución es 22). Muy recomendable es entrar también en el claustro y no solo lo espectacular de su sala Capitular. Y es que aquí, entre largos pasillos y capiteles centenarios, el visitante se puede disfrazar de peregrino y vivir la experiencia de hacer una parte del camino de Santiago.

 

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Por su gran iglesia románica y su calle de los grafitis

La basílica de Saint-Sernin es una visita imprescindible, y no solo porque sea Patrimonio de la Humanidad, sino porque es la iglesia románica más grande de Francia.  En la Edad Media fue una etapa importante del Camino de Santiago en su Vía Tolosana, también llamada Vía de Arles. Su construcción va del siglo XI al XII dedicado a San Saturnino (en occitano Sernin) martirizado en el año 250. Destaca su precioso campanario octogonal de doble ventana que creó escuela y su cripta donde se hallan numerosas reliquias. No obstante, para aquellos adolescentes que sean más contemporáneos que románicos está la cercana  rue Gramat, una calle donde los grafitis se funden con la rutina de sus inquietos vecinos.