Chamana de la tribu Nootka en la isla de Vancouver (1914)
La civilización de los grandes bosques
Los indios del noroeste de América fueron los últimos en conocer al hombre blanco. Habían alcanzado un alto nivel de refinamiento a la hora de construir sus casas, sus ajuares, vestidos y adornos, sus máscaras y objetos rituales. Cuando el Capitan Cook los visitó a finales del siglo XVIII escribió: "Todo lo que tienen está tan bien y tan ingeniosamente hecho como si estuviesen equipados con la más compleja caja de herramientas. Su creatividad y destreza son, por lo menos, iguales a los de cualquier otra nación". Cook elogió las canoas para 30 o 40 personas y las imponentes viviendas plurifamiliares de cedro, que podían albergar hasta 100 personas y en cuyo centro, abierto al cielo, ardía el fuego. Se accedía a ellas a través de una abertura ovoide en la base de un gran tótem. Las figuras talladas en esos pilares de madera reflejaban historias sobre los orígenes míticos de la tribu o acontecimientos importantes.