Venecia

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Venecia cuando no estaba en peligro por el turismo

Durante los siguientes años, Leonardo da Vinci no deja de viajar por Italia. Estuvo en Venecia, donde trabajó en un sistema de defensa contra las posibles invasiones de los turcos. En la ciudad, se guarda uno de los sus dibujos más importantes: El Hombre de Vitruvio. Se trata de un estudio de anatomía sobre las proporciones ideales del cuerpo humano. Se conserva desde 1822 en la Galería de la Academia de Venecia, aunque se exhibe al público tan sólo una vez cada diez años por motivos de conservación.

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El éxito de un 'rockstar' del arte

En 1501 volvió a Florencia. Allí, tal como lo describió Giorgio Vasari, se convirtió en un ídolo de masas. Cuenta el primer biógrafo de artistas italianos que “hombres y mujeres, jóvenes y viejos acudían a observarla como si estuvieran participando en un gran festival”. Aún hoy el público sigue acudiendo en masa para contemplar la belleza de La Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan Bautista, aunque ya no al convento de la Santissima Annunziata donde realizó el cartón que debía servirle como boceto para la pintura final. Ésta no acabó por realizarse nunca, y hoy el famoso boceto se puede visitar en la National Gallery de Londres.

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"Venecia", Jan Morris

Nadie como Jan Morris para encarnar la pasión nómada que nos empuja a ir siempre tras un nuevo horizonte. El viaje viene a enseñarnos de alguna forma que la identidad no es estable. Jan Morris lo sabía y tal vez por ello, con menos de 40 años ya había dado varias vueltas al mundo, había sido militar, corresponsal de guerra y había tenido tiempo, incluso, para coronar el Everest. Le falta, eso sí, culminar su transformación en mujer, porque, por entonces, aún se llamaba James Morris. Como escritora, es la autora de varios libros clásicos de viaje. El que dedicó a Venecia, donde vivió un largo tiempo, es uno de ellos: una historia desbordante, subjetiva y apasionada de la ciudad. Justo lo que necesita en estos tiempos de masificación turística.

 

Foto: Beatrice Preve / Age fotostock

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El Gran Canal veneciano

Hermosas iglesias y elegantes palacios flanquean esta avenida fluvial de 4 kilómetros de largo. Santa Maria della Salute es un buen lugar para iniciar el recorrido por el Gran Canal y recrearse desde las aguas con las fachadas de los palacios más imponentes de Venecia.

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Plaza de San Marcos

Con la basílica, la Torre del Reloj, el Campanile y el Palacio Ducal, la plaza de San Marcos es un espacio imprescindible en todo paseo por la capital del Véneto. Alrededor de San Marcos vale la pena perderse por callejones hasta dar con la librería Acqua Alta (Campiello del Tintor), que ha hecho de las inundaciones de invierno su atractivo: ¡Los libros están amontonados en góndolas y bañeras!

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San Giorgio Maggiore desde la Piazzetta

Venecia es una de esas ciudades que hay que visitar, al menos, una vez en la vida. Todo es titánico y singular, como la basílica de San Marcos, llena de esculturas, pinturas y mosaicos. Los mercaderes que ganaban en los negocios debían "hacer un regalo" y embellecer aún más el edificio. Y así sucedió hasta el paroxismo.

Foto: Davide Erbetta / Fototeca 9x12

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Recorriendo Venecia en góndola

Los canales del barrio de San Marcos suelen centrar los paseos en la mítica barcaza veneciana. A diez minutos en vaporetto de San Marco, haciendo barrera entre la laguna y el Adriático, se estira la playa de la novela Muerte en Venecia. Paseemos por la arena fina, la decadencia y el lujo. En la foto, el río de los Bareteri (sombrereros).

Foto: Tamara Tschopp

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La piazzetta

El Palacio Ducal y las columnas de San Teodoro y San Marcos (en la imagen) que señalaban la entrada por mar a Venecia, constituyen otro de los espacios de paso obligado en todo recorrido por la ciudad.

Foto: Age fotostock

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De compras junto a los canales

En una ciudad donde el principal medio de transporte es fluvial, los mercados se sitúan justamente a pocos metros del muelle o sobre las barcazas. Cerca del puente de Rialto se hallan los dos más conocidos, la Erberia (de frutas y hortalizas) y la Pescheria (de pescado), pero paseando por sus barrios se descubren otros más pequeños, diarios o semanales, con la mercancía expuesta sobre la misma barca. Es el momento de adquirir productos locales como la achicoria roja, los espárragos y las alcachofas, o cangrejos, sardinas y almejas recién capturados. Conviene acudir pronto por la mañana porque a partir de las 12 horas empiezan a recoger.

Foto: Bridgeman Images / Age fotostock

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Galería de la Academia

La Anunciación de Giovanni Bellini es una de las obras maestras de la pinacoteca veneciana. La Galería de la Academia abarca cinco siglos de pintura, desde el arte bizantino y gótico hasta el barroco. Destacan las salas del Quattrocento y del Cinquecento.

Foto: Matteo Colombo / AWL Images

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Rincones venecianos con encanto

Venecia exhibe su esplendor en cada esquina, canal y palacio. La ciudad entera es un derroche de maravillas. "¿Cómo es el paraíso?", se preguntó Roberto Bolaño. "Como Venecia, espero. Un sitio que se usa y se desgasta y sabe que nada perdura", dijo.

Foto: Gonzalo Azumendi

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El famoso Puente de Rialto de Venecia

Artistas, orfebres, restaurantes, cafés y tiendas de recuerdos llenan de animación los alrededores del icónico puente. Para que lo encuentres en tu paseo por la capital del véneto, está suficientemente señalizado desde casi cualquier rincón de la ciudad. Donde ahora abren tiendas de recuerdos, en otro tiempo había negocios y bancos de mercaderes.

Foto: Wojciech Wyszkowski

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Santa Maria della Salute en Venecia

Esta bella iglesia barroca se erige en la Punta de la Dogana, donde las aguas de La Giudecca se unen a las del Gran Canal.

Foto: Christoph Radtke

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Puente de la Constitución

Posiblemente se trate de una de las obras más conflictivas de Calatrava que incluso le ha llevado a tener que defenderse en los tribunales. Construido en el año 2008, este es uno de los cuatro puentes que atraviesan el canal Grande y comunica la Piazzale Roma con la estación de Santa Lucía. Las principales críticas, además de la demora en los plazos de su construcción y el elevado coste, es que la gran estructura metálica carece de accesos para las personas con movilidad reducida. Asimismo, muchos locales y turistas han denunciado caídas sobre él debido al carácter resbaladizo de su suelo. A este respecto, desde el gabinete de comunicación de Calatrava aclaran que, "Santiago Calatrava sí propuso un sistema para personas con movilidad reducida, el cual fue descartado por el Ayuntamiento de Venecia" y que los accidentes peatonaes cuando el pavimento está mojado "también ocurren en los otros puentes de la ciudad en días de lluvia y humedad".