Se extiende por apenas 2400 hectáreas y cuenta con tan solo una cuarentena de productores, pero esta pequeña zona de denominación de origen del suroeste de Francia es toda una delicia. La culpa la tiene la cepa Négrette, de la cual se obtienen los vinos tintos y rosados de Fronton con aroma a frutos negros y rojos, violeta, regaliz y notas de pimienta. Una AOP (Apelación de Origen Protegida) con carácter que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo a excepción de California.