¡Viva el vino!

En busca del barril más grande y antiguo de Europa Central

Este hito se encuentra en Moravia del Sur y es una de las grandes excusas para viajar a esta región con sabor a vino.

En la zona vitivinícola de la República Checa, concretamente en la región de Moravia del Sur, se encuentra una pequeña ciudad con aires de cuento que alberga el barril más grande y antiguo de Europa Central.

Mikulov

Mikulov © iStock

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Míkulov es el nombre de esta ciudad que hace frontera con Austria, un lugar mágico rodeado de montañas llenas de viñedos cuyo casco histórico se transforma en el escenario de un cuento protagonizado por príncipes y princesas. Y es allí, en esa pequeña urbe plagada de casas bajas teñidas en color pastel, donde se encuentra la fortaleza que guarda en su interior el barril más grande y antiguo de Europa Central.

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El origen del barril

Coronando lo alto de la ciudad, sobre una roca, se encuentra el Castillo de Míkulov, una majestuosa construcción del siglo XIII mandada construir por el monarca checo Premysl Otakar I para proteger la frontera de Austria. Pero no fue hasta 1634 cuando, transformado en una residencia palaciega, Maximiliano Dietrichsten, uno de los nobles que vivió en el palacio mandó construir en su sótano un barril de madera de haya con 6 metros de largo y una capacidad de 101.400 litros. Tardó en construirse 9 meses, pesa 26 toneladas, se fabricó directamente en su interior y es el símbolo de la importancia que el vino tiene en la historia de la ciudad.

Uso social

Pero, ¿para qué se construyó este barril? ¿cómo se utilizaba? ¿qué uso tenía? ¿hubo realmente vino en su interior? La historia vitivinícola siempre ha estado ligada a esta región, y ya en el siglo XVII la gente que tenía producciones vinícolas pagaba el 10% de su producción en impuestos. Sin embargo, este pago no se hacía en dinero, se pagaba en racimos de uvas blancas o tintas dependiendo del tipo de uva que tuviera.

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El barril más grande de Europa Central © LDM

Toda esa recaudación era la que iba a parar a este gran barril construido en la bodega del Castillo de Míkulov, toneladas de uvas con las que se elaboraba un caldo que se devolvía a los ciudadanos del pueblo. Es decir, se bebían sus impuestos. Esto se hacía porque antaño el agua potable era escasa y las posibilidades de beber agua contaminada de los pozos y enfermar eran altísimas, por lo que esta entrega del vino al pueblo era una forma de cuidarles y de evitar que no bebieran agua en mal estado. En la actualidad el barril está vacío, pero explica parte de la historia de esta ciudad y de su región vitivinícola.